Leyendas de mi Albaizin
En una de las muchas y laberínticas
calles del
barrio de Albaicin, en la
calle del
Pino para más señas hubo hace mucho tiempo una
hornacina en una de sus paredes, esta albergaba un lienzo con la pintura del
Cristo resucitado y en su parte superior colgaba un gracioso farolillo que le proporcionaba una luz cálida. Esta hornacina hoy ya no existe pero si ha llegado hasta nosotros la leyenda del "cristo de las tinieblas".
Cuenta la leyenda que en una casona de la cuesta del
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