La leyenda de la Perla y el
Dragón
Dice la leyenda que en la
montaña más alta de la isla Kinabalu, vivía sumamente
feliz una de estas criaturas.
La razón de su dicha era que entre sus posesiones más preciadas destacaba una perla de enorme tamaño, con la que jugaba todos los días. Había ocasiones en las que colocaba la joya en su boca y la aventaba al
cielo.
Después, la atrapaba delicadamente con una de sus patas y volvía a repetir esa suerte una y otra vez.
Mientras eso ocurría, el emperador
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