Campo fértil
Un Maestro dejó a uno de sus discípulos un arrozal para que lo cuidara durante tres años.
Cuando el primer año llegó a su término, el Maestro fue a ver el campo y la cosecha había sido muy buena, puesto que el discípulo había provisto a la tierra del
agua que necesitaba.
Transcurrió otro año, y resultó que la cosecha fue más abundante que la anterior, puesto que el
joven había abonado convenientemente el campo.
Cuando el tercer año finalizó, el Maestro se dirigió al arrozal para
... (ver texto completo)