No hay que abandonar los pueblos, si todos se van a la ciudad, siempre quedan los ancianos, las gentes, que se jubilan, que vuelven a vivir los años que les queden a revivir, la juventud perdida, siempre será además de una referencia, el mejor de los alivios. Envio mis abrazos. A la Familia de Jesús Puesrtas, a Encarna (La sorda) Dulce, Pilar la mujer de Manuel Arenas, a sus hijos Isasc, Manolo, a la Chillona, que tenia el vicio de llegar tarde a tomar el tren, menudas las tuvo con mi padre) son tantos, que enumerarlos a todos..., pero a nadie he olvidado con la que me entendia sin darle ningún grito, ella lo puede atestiguar, como se entendia y cuanto le quieria y quiere, la Tere del Jefe, Joaquín, como no a las muchas familias que un forero ha enumerado, a las que a todas conozco, no en vano, fueron 12 años, los de mi niñez, adolescencia, una pequeña parte de la juventud, donde encontré al ser amado, disfruté lo que no está escrito, pocos o ninguno de los recovecos, de la zona-Baul, Los Balcones, la Sierra, los cortijos, bien a caballo, burra, o bicicleta sin ilvidar a vespa de una hija de don Paco, tuve la suerte de conocer a un ingeniero, Don Francisco, que por ahí tenia su finca, en la que fallecio, cuando quiso arreglar una averia, es de suponer, que su hija, ingeniera agraria, será la propetaria, desde aquí les envio a Todos, un Fuerte, abrazo. Teresa