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Mejores mensajes de LOS BALCONES:
En la inmensidad de la sabana, un león poderoso y un colibrí diminuto compartían una amistad inesperada. Él era fuerte y silencioso; ella, ágil y llena de historias de lugares lejanos. Cada atardecer se encontraban, unidos por su cariño mutuo, ignorando las diferencias.
Hasta que un día, las palabras de otros sembraron dudas.
— ¿Por qué un león perdería el tiempo con un simple colibrí? —preguntaron.
Y esas palabras los alejaron.
El colibrí dejó de volar hacia el león, creyendo que no era suficiente. ... (ver texto completo)
buelo, ¿por qué a veces me siento lobo… y otras, burro?
El anciano sonrió con ternura.
—Porque ambos viven en tu interior, hijo. Y cada uno tiene su momento.
El lobo despierta cuando necesitas defender lo que amas.
Te da instinto, fuerza, coraje y lealtad.
Pero si lo dejas dominarse por la rabia… puede herir incluso a quienes quiere proteger.
El burro, en cambio, parece simple.
Lento, callado, subestimado…
Pero es paciente, resistente, sabio.
Camina sin prisa, pero nunca se rinde.
Carga el peso de los días… y sigue avanzando.
Hoy el mundo admira al lobo: al fuerte, al veloz, al feroz.
Y olvida al burro, que en silencio, construyó caminos, cruzó montañas y sostuvo civilizaciones.
Sin lobos, los bosques perderían su alma.
Sin burros, los pueblos jamás habrían llegado tan lejos.
La verdadera sabiduría está en reconocer a ambos.
Y aún más, en saber cuándo dejar que hable el lobo… y cuándo dejar que guíe el burro.
Moraleja:
No te avergüences si avanzas lento.
No te endioses si avanzas fuerte.
Ser humano es tener equilibrio… y elegir con el corazón quién debe guiarte en cada paso. ... (ver texto completo)
Amigos de verdad.
A pesar de sus diferencias, pasaban horas compartiendo historias.
El pez vivía en las profundidades, silencioso y reflexivo.
La gaviota volaba alto, ruidosa y llena de energía.
Pero eso nunca fue un problema…
Hasta que alguien lo hizo ver como un problema.
Un día, otra gaviota le dijo:
— ¿Por qué pierdes el tiempo con un pez?
—No puede volar contigo, ni comprender tu libertad…
La gaviota sabía que el pez no podía volar. ... (ver texto completo)
Un zorrito y un conejo se hicieron grandes amigos.
Cada día salían juntos a jugar, corrían entre los árboles.
Siempre estaban uno al lado del otro.
Un día, mientras jugaban como siempre, vieron algo que los asustó.
Un cazador apareció con un rifle.
Sin pensarlo, corrieron a esconderse entre los arbustos.
Mientras escapaban, se encontraron con una tortuga vieja y sabia.
El zorrito, con los ojos bien abiertos, preguntó:
— ¿Por qué ese hombre quiere hacernos daño?
La tortuga los miró con calma. ... (ver texto completo)
Albert Einstein tenía una extraña costumbre. Solía dormitar con una llave en la mano.
No es metáfora. Era literal.
Se sentaba en un sillón, con el brazo colgando, y sostenía una llave sobre una placa metálica en el suelo. Justo cuando comenzaba a quedarse dormido, su mano se relajaba. La llave caía. El sonido lo despertaba.
¿Por qué lo hacía?
Einstein había descubierto algo que hoy la neurociencia respalda: ese momento entre la vigilia y el sueño —la fase hipnagógica— es una mina de oro para ... (ver texto completo)
Un joven desesperado buscó a su abuelo y le dijo: Me siento como un burro... pero a veces también me siento como un lobo. No sé si soy un ganador o un perdedor.
El anciano sonrió y le respondió:
—Te sientes así porque dentro de cada persona viven ambos.
El lobo te recuerda quién eres cuando te atreves:
instinto, protección, coraje, lealtad.
Pero cuidado… si se deja llevar por la rabia, puede herir sin querer.
El burro, en cambio, parece débil, lento, incluso torpe…
pero es paciente, sabio, ... (ver texto completo)
vas de esta casa. Y no quiero que regreses.
Eso fue todo lo que escuchó. No hubo discusión. No hubo gritos. Solo una frase seca… y una puerta cerrándose detrás. Su abuela, la misma que lo había criado desde niño, hoy lo echaba como si fuera un desconocido. El abuelo, al ver la escena, quedó paralizado.
— ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué lo echas así? ¡Es tu nieto! —reclamó con incredulidad.
Pero ella no dijo una palabra más. Se dio la vuelta y desapareció dentro de la casa, sin mirar atrás. Nadie ... (ver texto completo)
Siempre odié a mi padre porque era mecánico de motocicletas, y no médico o abogado como los padres de mis amigos.
La vergüenza me ardía en el pecho cada vez que llegaba a mi escuela secundaria en aquella vieja Harley, con su chaleco de cuero manchado de aceite y su barba gris alborotada por el viento.
Ni siquiera lo llamaba "papá" frente a mis amigos — para mí era "Frank", una distancia deliberada que yo había creado entre nosotros.
La última vez que lo vi con vida, me negué a abrazarlo. Era mi ... (ver texto completo)
POR QUÉ LOS LIBROS PROLONGAN LA VIDA

No hace mucho tiempo me entretenía imaginándome a aquellos progenitores nuestros que hablaban de sus esclavos adiestrados en trazar caracteres cuneiformes como si fuesen modernos computers. Me entretenía, pero no bromeaba. Cuando hoy leemos artículos preocupados por el porvenir de la inteligencia humana frente a nuevas máquinas que se aprestan a sustituir nuestra memoria, advertimos un aire de familia.
Quien entiende algo del tema reconoce pronto el pasaje ... (ver texto completo)
5 Reglas Cardenales Para Ser Feliz:
1) Haz la paz con tu pasado para que no estorbe en tu presente. Acepta lo que fue y recuerda que lo que pasó antes determinó donde estás ahora, pero lo que estás haciendo y pensando ahora determinará dónde y cómo estarás mañana.
2) Lo que otros piensan de ti está fuera de tu control y es algo que no debe importarte pues no puedes cambiarlo o controlarlo.
3) El tiempo lo cura casi todo. Dale tiempo a que las cosas sanen y a que pasen cuando deban pasar. Esto ... (ver texto completo)
LA EDAD DE LA MUJER
Una mujer a los 18 años es como la ciudad de Jerusalén, todos la quieren.
De los 18 a los 22 años es como la ciudad de Los Ángeles, emocionante, brutal y misteriosa.
De los 22 a los 25 años es como la ciudad de Londres es hermosa y todos sueñan con vivir en ella.
De los 25 a 30 años es como la ciudad de Damasco. Romántica, ama la poesía y las palabras hermosas.
De la edad de 30 a 35 años como la ciudad de París, una flor de orquídea con perfume.
De los 35 a los 38 años ... (ver texto completo)
En mi caminar aprendí
que todo momento pasa
Y que la vida prosigue
que el tiempo nunca se cansa
y el ayer siempre se extingue.
Que ser niño es un juego
y jóvenes primavera
Y que ambos se fusionan
cuando la vejez nos llega.
Que la pasión nos domina ... (ver texto completo)
PARA GENTE QUE LE GUSTA LEER
Un hombre de unos 75 años viajaba en tren y aprovechaba el tiempo leyendo un libro...
A su lado, viajaba un joven universitario también leía un voluminoso libro de Ciencias...
De repente, el joven percibe que el libro que va leyendo el anciano es una Biblia y sin mucha ceremonia, le pregunta:
¿Usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y de cuentos?
-Sí por supuesto, le respondió el viejo,
pero éste no es un libro de cuentos
ni de fabulas, es la Palabra ... (ver texto completo)
CURIOSIDADES DE LA HISTORIA.
En la antigua Inglaterra, la gente no podía tener sexo sin contar con el consentimiento del Rey (a menos que se tratara de un miembro de la familia real).
Cuando la gente quería tener un hijo, debían solicitar un permiso al monarca, quien les entregaba una placa que debían colgar afuera de su puerta mientras tenían relaciones.
La placa decía: "Fornication Under Consent of the King" (F. U. C. K.). Ese es el origen de tan socorrida palabrita.
Durante la guerra de secesión, ... (ver texto completo)
l escorpión picó al ciervo, y con el veneno ardiendo en su cuerpo, buscó refugio en la manada.
Sin embargo, los demás ciervos decidieron expulsarlo para evitar que el veneno se propagara.
El ciervo salió cojeando, llorando de dolor. No por la picadura, sino por el abandono y desprecio de su propia familia en el momento en que más los necesitaba.
Así se fue, ardiendo de fiebre, arrastrando una de sus patas, vulnerable a las noches frías.
Con cada paso, una lágrima caía.
Los ciervos en la manada ... (ver texto completo)