A esta familia Almunia de la nobleza Valenciana, además de este cortijo de Santa María, también eran propietarios de los cortijos de, Pitel, Tozar, Limones y Peñuela.
El cortijo de Santa María, tenía una superficie total de 322 fanegas, tenía sólo 59 de mediana calidad, mientras que el resto eran consideradas de calidad inferior y seis de ellas inútiles.
El cortijo de Limones, tenía una superficie en fanegas de 635'119 de mediana calidad, 482 de inferior y 34 inútiles, las propiedades que poseia en Moclín la familia Almunia ascendian a 2.519 fanegas.
El Marqués de Riomolinos, residente en Cádiz, era propietario de los cortijos de, La Calabaza, San Marcos, La Huelga, Moralejo Bajo y El Esquiladero.
El cortijo de Santa María, tenía una superficie total de 322 fanegas, tenía sólo 59 de mediana calidad, mientras que el resto eran consideradas de calidad inferior y seis de ellas inútiles.
El cortijo de Limones, tenía una superficie en fanegas de 635'119 de mediana calidad, 482 de inferior y 34 inútiles, las propiedades que poseia en Moclín la familia Almunia ascendian a 2.519 fanegas.
El Marqués de Riomolinos, residente en Cádiz, era propietario de los cortijos de, La Calabaza, San Marcos, La Huelga, Moralejo Bajo y El Esquiladero.
