La Piedad de Miguel Ángel.
Situada en la capilla de la San Torcuato de la Catedral de Guadix, es una talla escultórica realizada en mármol de Carrara exactamente igual que la original del Vaticano
La Iglesia de Guadix (Granada) relanza su 'Piedad', copia de la original de Miguel Ángel,
La Piedad de Guadix, situada en la capilla de la San Torcuato de la catedral accitana, es una talla escultórica realizada en mármol de Carrara exactamente igual que la original custodiada en el Vaticano.
Obtuvo en 1931 el Primer Premio de Escultura del Salón de Arte de Bolonia (Italia) y después fue adquirida por el que era cónsul de España, Manuel Martínez-Carrasco Reyes Almansa y Almansa, para la sepultura de su madre, llamada Piedad y que acababa de morir en Guadix.
Durante la Guerra Civil fue destruida parcialmente y se perdió también toda la documentación referente a su autor, aunque fue restaurada en el año 2001 por la escultora Mª Ángeles Lázaro Guil.
Esta artista se encargó de tomar medidas del original de Miguel Ángel custodiado en el Vaticano para devolver el esplendor a esta obra que ahora se convierte en una pieza única del arte sacro del siglo XXI.
Situada en la capilla de la San Torcuato de la Catedral de Guadix, es una talla escultórica realizada en mármol de Carrara exactamente igual que la original del Vaticano
La Iglesia de Guadix (Granada) relanza su 'Piedad', copia de la original de Miguel Ángel,
La Piedad de Guadix, situada en la capilla de la San Torcuato de la catedral accitana, es una talla escultórica realizada en mármol de Carrara exactamente igual que la original custodiada en el Vaticano.
Obtuvo en 1931 el Primer Premio de Escultura del Salón de Arte de Bolonia (Italia) y después fue adquirida por el que era cónsul de España, Manuel Martínez-Carrasco Reyes Almansa y Almansa, para la sepultura de su madre, llamada Piedad y que acababa de morir en Guadix.
Durante la Guerra Civil fue destruida parcialmente y se perdió también toda la documentación referente a su autor, aunque fue restaurada en el año 2001 por la escultora Mª Ángeles Lázaro Guil.
Esta artista se encargó de tomar medidas del original de Miguel Ángel custodiado en el Vaticano para devolver el esplendor a esta obra que ahora se convierte en una pieza única del arte sacro del siglo XXI.