ANECDONTA: Una
noche de difuntos, cuando dejaban el
cementerio viejo abierto toda la noche, toda la zaga de chavales entramos a oscuras, y después de asustar a las niñas metiéndonos en los nichos nuevos y aún vacios, alquien dijo: "La caja de las ánimas se ha abierto sola" y todos salimos en estampida por la
puerta, de tal forma y celeridad que Antonio "El Bolo" buen chaval donde los haya y mejor persona todavía, fue a trompicones a hicarse de cabeza en la acequia de en frente.
Por cierto, ¿alquien
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