Hola a todos los nativos de Baul, que son muchos y estan por toda la geografia de España, soy la Susi la hija de Trujillo. Saludos para mi querida Rufi y toda su familia. En Lugo hay un buen amigo de la infancia que aprecio mucho y le doy las felicidades a el y su mujer por su nueva hija, me alegro un montón, y besos a la Carmen. En Baul ya hace falta que vayais viniendo que aun no se nota el verano, aunque con la nueva plaza que tenemos se ha perdido un poco de encanto, pero bueno. Saludos a Teresa de la Carmen la peluquera y de Anita la de Ramón Domene, como le decimos aqui, tambien un saludo a Anas de Valencia. Os esperamos a todos y a los que hace tiempo que no han vuelto a Baul les animo a que vuelvan y recuerden viejos tiempos. Un beso para todos
Carmen, su marido, sus hijos y aquella su peluqueria en la que reinaba por encima de todo, la humanidad y la alegría, cuando el corazón limpio se tiene, haces amigos que lo son toda la vida y Carmen junto a nuestra querida vecina Ana, de la que sus jamones de la fresca solana colgaban y supongo que hoy con hijos, alguno o algunos estarán ya casados, estos desaparecerán, antes de curar del todo. Esta Susi tiene salero, genética, es de lo mejor. Ir a Baúl queremos, pero será a principios de septiembre, la segunda quincena que le quedan a mi hijo de vacaciones, para entonces, el molesto calor, que siempre se da en el viaje, no es recomendable a mi estado, me consta que en Baúl no hacen los calores que por la radio escuchamos, aunque visto lo que me cuenta mi Mari sobre lo que están pasando en Granada capital, junto lo que me cuenta mi otra prima desde las tierras gallegas, este verano en Baleares estamos o estoy la mar de contenta, ya que hasta ahora, el calor no solo se lleva bien, es que por las noches, servidora que durante el invierno, duerme con la venta abierta, sobre las cinco de la madrugada, tengo que darle un empujón con mi bastón para entornarla un poco, es más el ventilador, que por las piernas he de tener, lo ha bajado mi hijo al mínimo. O sea todo un triunfo el verano del 2010 en las islas.
Carmen, sabes que estoy hecha toda una peluquera, empecé haciendo me trasquilones hasta en la sombra, hoy pata asombro de mis amigas, ni Llongueras, me cortaría el pelo con tanta maestría, hasta tal punto soy una esperta, que mi hijo en mis manos se encomienda, todo es empezar, una que siempre ha tenido la actitud de aprender de todo porque todo es necesario para sobrevivir en esta selva, este arte de la estética que nunca entro en mis planes, por aquello de que en cuanto a coqueterías lo mínimo, agua y jabón y ahora como ya somos más finos, hemos prescindido del estropajo por la esponja, solo en partes, porqué que me decís de esos tan finos guantes, con los que se castigan para algo que llaman exfoliación... Mi piel, está casi tan tersa como reflejos hay en mi cerebro, perdí la movilidad y si algo dentro del mismo empezaba a oxidar, no hay mal que por bien no venga, hoy en ese aspecto, me encuentro como una quinceañera. Ahora solo enciendo el ordenador, tras haber cenado, ese terminar de comer y tumbarme en mi sillón, departir unos momentos con mi hijo, mientras él se va a descansar a sus aposentos, tras haber pasado la media hora de relajación, a leer me pongo, que placenteras se hacen las tardes, en verano más, ya sabéis aquello que llamábamos ¡Ay que perrera tengo! Me hubiera no solo gustado, deseado con toda mi alma, tener conmigo en cuerpo al ser amado y también mis piernas, mas quien soy yo para decidir, nadie. Ciando a veces, me empiezo a desesperar por no tener en cuerpo a lo que más amo, recuerdo aquello que tanto ayudo a santa Teresa, lo recito y él me abraza, siento una paz que no me es posible expresar. Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta. ¿Hermoso, verdad? Con esta hermos estrofa, mi querida Susi, emprendo mi particular camino hacia la cama, no creas, que a dormir voy, ahora escribo un poco en mi Diario Tardío, leo, pienso en todos cuando mis oraciones rezo, la que más El Padre Nuestro, abraza a los tuyos, compartelo con Anita y con todos los bauleños que de buena voluntad sois. Y, tu, recibe un fuerte abrazo, de quien si quieres, desde ahora mismo y por siempre será tu amiga. Teresa
Carmen, sabes que estoy hecha toda una peluquera, empecé haciendo me trasquilones hasta en la sombra, hoy pata asombro de mis amigas, ni Llongueras, me cortaría el pelo con tanta maestría, hasta tal punto soy una esperta, que mi hijo en mis manos se encomienda, todo es empezar, una que siempre ha tenido la actitud de aprender de todo porque todo es necesario para sobrevivir en esta selva, este arte de la estética que nunca entro en mis planes, por aquello de que en cuanto a coqueterías lo mínimo, agua y jabón y ahora como ya somos más finos, hemos prescindido del estropajo por la esponja, solo en partes, porqué que me decís de esos tan finos guantes, con los que se castigan para algo que llaman exfoliación... Mi piel, está casi tan tersa como reflejos hay en mi cerebro, perdí la movilidad y si algo dentro del mismo empezaba a oxidar, no hay mal que por bien no venga, hoy en ese aspecto, me encuentro como una quinceañera. Ahora solo enciendo el ordenador, tras haber cenado, ese terminar de comer y tumbarme en mi sillón, departir unos momentos con mi hijo, mientras él se va a descansar a sus aposentos, tras haber pasado la media hora de relajación, a leer me pongo, que placenteras se hacen las tardes, en verano más, ya sabéis aquello que llamábamos ¡Ay que perrera tengo! Me hubiera no solo gustado, deseado con toda mi alma, tener conmigo en cuerpo al ser amado y también mis piernas, mas quien soy yo para decidir, nadie. Ciando a veces, me empiezo a desesperar por no tener en cuerpo a lo que más amo, recuerdo aquello que tanto ayudo a santa Teresa, lo recito y él me abraza, siento una paz que no me es posible expresar. Nada te turbe, nada te espante todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta sólo Dios basta. ¿Hermoso, verdad? Con esta hermos estrofa, mi querida Susi, emprendo mi particular camino hacia la cama, no creas, que a dormir voy, ahora escribo un poco en mi Diario Tardío, leo, pienso en todos cuando mis oraciones rezo, la que más El Padre Nuestro, abraza a los tuyos, compartelo con Anita y con todos los bauleños que de buena voluntad sois. Y, tu, recibe un fuerte abrazo, de quien si quieres, desde ahora mismo y por siempre será tu amiga. Teresa