Algunos que marcharon a Barcelona piensan que han progresado más que los que se quedaron. No hay nadie más desagradecido que un pobre con dos pesetas en el bolsillo presumiendo de algo que no es real. Una persona es rica cuando tiene unos valores una educación y un compromiso con la sociedad. Lo de más son posesiones pasajeras que cambian de un día para otro que las puede coger cualquiera. Pero el valor real de las personas es muy difícil adquirirlo si no vives en una casa donde se enseña.