Amigo Vespasiano. Doy respuesta a tu bonito y emotivo mensaje de esta mañana, aunque ni le he visto, ni le he leído; tampoco creo que me hayas escrito, pero deduzco y sigo diciendo que es muy bonito.
Verás, cuando me propones eso que tu te imaginas y que nunca me lo has comentado, por lo tanto no lo se, se me viene a la memoria aquello que nos relató, tiempos ha, un amigo que tuvimos en común. Nos comentó, aquel ínclito e ilustre amigo, que en cierta ocasión, una zorra tomaba un descanso bajo una bella viña. De pronto le sonaron las tripas del hambre y al mirar hacia arriba descubrió unos hermosos racimos que colgaban de aquella bella planta. Trató de alcanzarlos pero sus saltos fueron infructuosos, no lo consiguió. Como un pájaro había presenciado la escena, se inventó una excusa y le dijo al ave: intenté con esfuerzo hacerme con esas uvas pensando en que, estando maduras, sería un buen bocado para mi refinado paladar, mas al acercarme, vi que estaban verdes y no me interesaban.. por eso dejé de saltar!
Amigo Vespasiano, la vida nos propone ser humildes y nobles y así, no necesitaríamos inventar excusas como lo hizo la zorra! Cada cual es como es, cada uno somos, como somos, hemos de contentarnos y no ser soberbios. Yo se que me vas a entender, por que tu si leerás mi mensaje.
Si preguntas al espejo,
el espejo te dirá,
que la imagen que contemplas,
es la tuya... y nada mas.
Si pretendes ver a otro
en la imagen reflejada.
Puede ser mala pasada,
y en este mundo tan loco,
por querer ser como otro
¡no reconozcas tu cara!
La envidia es mala consejera,
amiga de petulantes,
equipaje de ignorantes
y muy mala compañera.
Y si al espejo pretendes
engañar con un disfraz.
Quiero que sepas y entiendas,
y que algún día comprendas
que jamás le engañarás.
El espejo de tu vida,
es tu vida... ¡y nada mas!
Juan de la Rosa.
Verás, cuando me propones eso que tu te imaginas y que nunca me lo has comentado, por lo tanto no lo se, se me viene a la memoria aquello que nos relató, tiempos ha, un amigo que tuvimos en común. Nos comentó, aquel ínclito e ilustre amigo, que en cierta ocasión, una zorra tomaba un descanso bajo una bella viña. De pronto le sonaron las tripas del hambre y al mirar hacia arriba descubrió unos hermosos racimos que colgaban de aquella bella planta. Trató de alcanzarlos pero sus saltos fueron infructuosos, no lo consiguió. Como un pájaro había presenciado la escena, se inventó una excusa y le dijo al ave: intenté con esfuerzo hacerme con esas uvas pensando en que, estando maduras, sería un buen bocado para mi refinado paladar, mas al acercarme, vi que estaban verdes y no me interesaban.. por eso dejé de saltar!
Amigo Vespasiano, la vida nos propone ser humildes y nobles y así, no necesitaríamos inventar excusas como lo hizo la zorra! Cada cual es como es, cada uno somos, como somos, hemos de contentarnos y no ser soberbios. Yo se que me vas a entender, por que tu si leerás mi mensaje.
Si preguntas al espejo,
el espejo te dirá,
que la imagen que contemplas,
es la tuya... y nada mas.
Si pretendes ver a otro
en la imagen reflejada.
Puede ser mala pasada,
y en este mundo tan loco,
por querer ser como otro
¡no reconozcas tu cara!
La envidia es mala consejera,
amiga de petulantes,
equipaje de ignorantes
y muy mala compañera.
Y si al espejo pretendes
engañar con un disfraz.
Quiero que sepas y entiendas,
y que algún día comprendas
que jamás le engañarás.
El espejo de tu vida,
es tu vida... ¡y nada mas!
Juan de la Rosa.