DAD AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR Y A DIOS LO QUE ES DE DIOS. (Evangelio según San Mateo).
DE LA RELACION DE D. MIGUEL VEGA RABANILLO CON ALICUN DE ORTEGA
Es la primera vez que entro en este foro y lo hago para dar mi opinión sobre la relación que existió entre D. Miguel Vega Rabanillo y el pueblo de Alicún de Ortega (mi pueblo). Tuve la ocasión de conocer personalmente al Sr. Vega Rabanillo y, no fue ni por suerte, ni por desgracia, sino, simplemente por azar.
Con los debidos respetos he de decir que discrepo de lo expuesto en esta página sobre la relación que existió entre D. Miguel Vega y el pueblo de Alicún.
La exposición y reconocimiento de los valores humanos, profesionales e intelectuales de este gran cirujano expuestos por la Sra. Dominguez Vega, son muy dignos y loables (por su parte), además de totalmente ciertos y constatados como lo demuestran y avalan tanto los comentarios de ilustres colegas suyos como, el sin fin de operaciones que en su vida profesional llevó a cabo. Hasta aquí totalmente de acuerdo. Al Cesar lo que es del Cesar.
Sobre la relación personal del Sr. Vega Rabanillo con el pueblo de Alicún de Ortega es donde tengo la discrepancia, ya que no existió relación alguna entre él y el vecindario, aparte de las relacionadas con motivo de hospital, operaciones etc.
Como anécdota de relación, quiero subrayar, que en 1.966 una comisión, integrada por el Sr. Alcalde, el médico y el cura del pueblo, ademas de varios jóvenes (entre los que me encontraba), se le solicitó la cesión de un terreno de su propiedad para dotar al municipio de un campo fútbol y otros deportes. Fuimos recibidos por el Sr. Vega Rabanillo, en casa de su encargado. Después de " soltarnos " un elocuente discurso cargado de inteligente agudeza y una socarrona suspicacia, nos dijo, sencilla y llanamente que no; que pensáramos en otras cosas más " constructivas " y que quizá le encontraríamos más dispuesto. (No quisiera que se interpretara al referir esta anécdota, como que el Sr. Vega Rabanillo, fuera bueno o malo, ya que él como dueño de lo suyo obró en consecuencia de lo que debía hacer, y aunque no era lo esperado por nuestra parte, nada se podía decir ni objetar). Podríamos decir que la única relación personal que tenía en el pueblo, era, con Juan Martinez Abril, propietario como el de fincas y tierras. Por lo tanto, decir de el, que era y es una especie de icono para el pueblo, me parece exagerado y no muy adecuado.
Con el paso del tiempo y tras su fallecimiento, parte de la finca que poseía en Alicún de Ortega, fue heredada por su hijo D. Manuél Vega Travesí, médico cirujano como el y muy buen ginecólogo: era totalmente opuesto a la figura del padre con respecto a la relación con el vecindario. Este era un Sr. amable, como se suele decir: un hombre sencillo y llano para con las gentes del pueblo.
Este buen hombre, y sin nadie pedírselo donó al pueblo y a su Ayuntamiento terrenos para un campo de deportes, así como, para la construcción de un nuevo grupo escolar.
Paradójicamente, la ingratitud para con D. Manuél Vega Travesí, por parte de aquellas autoridades locales, no tiene "nombre", como tampoco lo tiene, el ostracismo y el olvido.
Por lo tanto, y esta es mi opinión, D. Manuél Vega Travesí, si fue y seguirá siendo digno merecedor del reconocimiento y recuerdo del pueblo de Alicún de Ortega: A Dios lo que es de Dios.
DE LA RELACION DE D. MIGUEL VEGA RABANILLO CON ALICUN DE ORTEGA
Es la primera vez que entro en este foro y lo hago para dar mi opinión sobre la relación que existió entre D. Miguel Vega Rabanillo y el pueblo de Alicún de Ortega (mi pueblo). Tuve la ocasión de conocer personalmente al Sr. Vega Rabanillo y, no fue ni por suerte, ni por desgracia, sino, simplemente por azar.
Con los debidos respetos he de decir que discrepo de lo expuesto en esta página sobre la relación que existió entre D. Miguel Vega y el pueblo de Alicún.
La exposición y reconocimiento de los valores humanos, profesionales e intelectuales de este gran cirujano expuestos por la Sra. Dominguez Vega, son muy dignos y loables (por su parte), además de totalmente ciertos y constatados como lo demuestran y avalan tanto los comentarios de ilustres colegas suyos como, el sin fin de operaciones que en su vida profesional llevó a cabo. Hasta aquí totalmente de acuerdo. Al Cesar lo que es del Cesar.
Sobre la relación personal del Sr. Vega Rabanillo con el pueblo de Alicún de Ortega es donde tengo la discrepancia, ya que no existió relación alguna entre él y el vecindario, aparte de las relacionadas con motivo de hospital, operaciones etc.
Como anécdota de relación, quiero subrayar, que en 1.966 una comisión, integrada por el Sr. Alcalde, el médico y el cura del pueblo, ademas de varios jóvenes (entre los que me encontraba), se le solicitó la cesión de un terreno de su propiedad para dotar al municipio de un campo fútbol y otros deportes. Fuimos recibidos por el Sr. Vega Rabanillo, en casa de su encargado. Después de " soltarnos " un elocuente discurso cargado de inteligente agudeza y una socarrona suspicacia, nos dijo, sencilla y llanamente que no; que pensáramos en otras cosas más " constructivas " y que quizá le encontraríamos más dispuesto. (No quisiera que se interpretara al referir esta anécdota, como que el Sr. Vega Rabanillo, fuera bueno o malo, ya que él como dueño de lo suyo obró en consecuencia de lo que debía hacer, y aunque no era lo esperado por nuestra parte, nada se podía decir ni objetar). Podríamos decir que la única relación personal que tenía en el pueblo, era, con Juan Martinez Abril, propietario como el de fincas y tierras. Por lo tanto, decir de el, que era y es una especie de icono para el pueblo, me parece exagerado y no muy adecuado.
Con el paso del tiempo y tras su fallecimiento, parte de la finca que poseía en Alicún de Ortega, fue heredada por su hijo D. Manuél Vega Travesí, médico cirujano como el y muy buen ginecólogo: era totalmente opuesto a la figura del padre con respecto a la relación con el vecindario. Este era un Sr. amable, como se suele decir: un hombre sencillo y llano para con las gentes del pueblo.
Este buen hombre, y sin nadie pedírselo donó al pueblo y a su Ayuntamiento terrenos para un campo de deportes, así como, para la construcción de un nuevo grupo escolar.
Paradójicamente, la ingratitud para con D. Manuél Vega Travesí, por parte de aquellas autoridades locales, no tiene "nombre", como tampoco lo tiene, el ostracismo y el olvido.
Por lo tanto, y esta es mi opinión, D. Manuél Vega Travesí, si fue y seguirá siendo digno merecedor del reconocimiento y recuerdo del pueblo de Alicún de Ortega: A Dios lo que es de Dios.