fruto de la tierra, ALICUN DE ORTEGA

Luna Andaluza que alumbra
mensajera de su seno
iluminada y desnuda
entre la tierra y el cielo
y la soledad profunda
del nocturno romancero

canta un pastor cuando el alba
abre las claras del día,
un fandango que levanta
sentimientos y poesía

¡ay! de mi pueblo blanco,
que reluce en mis noches negras
¡ay! de mi corazón blando,
que tanto quiere a la tierra…

Como el desbocado potro
que cruza valles y laderas
y siempre vuelve al entorno
de sus raíces primeras

el salmón entre los mares
goza de rumbo y tronío
pero en sus horas finales
vuelve a las aguas de su río
luchando con adversidades.

Aquí está con mi ilusión
y el sudor de mi frente
mi trabajo y mi pasión
luchando el pan, de mi gente.

Con tormentas y aguaceros
aguanta la tierra y no llora
enterrando en sus barbechos
las lágrimas de su historia.
(24 de Junio de 2011)