mi patria grande, ALICUN DE ORTEGA

La brisa de la longuera
refresca mi tez anciana
en tardes de primavera
cuando el día se acaba

las largas sombras se alejan
y el sol desaparece
dejando hermosa belleza
cuando el cielo se enrojece

con luz de luna en sus copas
los árboles crecen y se adorna,
los novios se ven a solas
con el perfume de rosas

el amor rompe barreras
sin perjuicios ni obstrucciones
dulce pájaro que vuela
las cúspides, con ilusiones

es el eje y la medida
donde gira el ser humano
alrededor de la vida
donde sufrimos y amamos.

Medito conmigo y pienso
del trigo sobre las eras
de este Valle Alicunero
y de sus frondosas siembras

en las campañas de siega
y de los fornidos obreros
hombres de actitud serena
y excelentes compañeros

orgullo y flor de la tierra
que lucharon y defendieron
con su esfuerzo y su presencia
las raíces de este pueblo

en tiempos duros de la vida
llevados sobre la espalda
para criar una familia
defendida con el alma

con niños a borbollones
jugando en los balates
de los hermosos trigales
y las acequias rebosantes,

de la Cerrá a cerro Miguel
de los Lobos hasta las Dehesas
este Valle era un vergel
y la mejor de las tierras.
(12 de Mayo de 2013)