RECORDANDO MÍ PUEBLO
No se que extraño impulso a ti me lleva
infancia recordada, de sabor agridulce,
que a Pensar en ti, a mi me induce,
y me hace parecer que sea cosa nueva.
Resuena en mi mente el “pito” dando las horas,
y el bullir de la gente en los turnos de trabajo,
unos la papelera, otros en tejidos tienen tajo,
y en la fundición, talleres o dirección se labora.
Tengo la imagen grabada de gran actividad,
y que decir de los mineros tiznados de negro,
huella de duro, durísimo y peligroso esfuerzo,
que la “Silicosis” acecha, pago de su actividad.
La estación de ferrocarriles impulsaba
a que fuésemos un pueblo inquieto y activo,
y para los pueblos cercanos un incentivo,
que su economía a moverse incitaba,
Pensando en esto, noto picante garraspera,
causa de una densa capa amarillenta de humo,
¿origen? Productos químicos, ó… abonos,
otra actividad o parcela de la sociedad minera.
También vienen a mi mente los talleres generales,
o la central térmica suministradora de energía,
¡que gran pueblo! ¡qué enorme alegría!
esta fue mi cuna de recuerdos irrenunciables.
Disfrutamos de centros escolares como pocos,
con academias y Escuela de maestría,
donde la preparación y el saber se impartía,
que desgraciadamente no aprovecharon todos.
También, vienen a mi menos joven mente,
recuerdos de la calle Sol y sus calurosas ferias,
las noches de bailes en El Llano con alegría,
y el ir y venir de niños con sus juegos inocentes.
Yo que naci y me crie en Casas Blancas,
cierro los ojos y veo el campo de futbol lleno,
y a Usagre, Efren, Parrilla o Sastre plenos,
dando a los nuestros gloria y alegrías.
Como no recordar tres afines poblados,
Los Mergarejos, La Raña o La Parrilla,
donde aquel vetusto tren ¡la maquinilla!
llevaba y traía a los muchos empleados.
En la explanada de las escuelas, cerca de la”Venganza”
tenia lugar otra magnifica feria, dotada de “rodeo”,
donde con los animales los labradores hacían tratos
¡oh! que buenos recuerdos, que bonita añoranza
Me parece que fue ayer ver hacer a “La Gotera”
o los Huertos Familiares, e ir a ellos las Pascuas,
aquellas caravanas de carros y personas,
con ganas de fiesta llenando la polvorienta carretera.
Tengo el resabor grabado de los buenos gazpachos
acompañados de rica morcilla y tortilla de patatas,
algún filete empanado y sin faltar las buenas tortas,
símbolo de tradición aunque pasen los años.
¿Que decir del paisaje desde El Peñón divisado?
esos campos de encinas y olivos poblados
desde Fuente Ovejuna, por el Soto pasando
hasta El Antolín y Belmez y el actual pantano.
Cierro los ojos y veo esos magníficos campos
sembrados de cebada y trigo moverse acompasados,
que el suave viento mece como niño acunado
formando olas bellísimas de brillo tornasolado.
¡Oh! ¡Alarma!, en mi mente noto un pinchazo,
“el pito” suena insistentemente, ¡algo ha pasado!
es señal de mal agüero, me esta martilleando,
hay ir y venir de gentes y al hospital llegando.
Una explosión de grisú en la mina ha habido,
mi corta edad no recuerda los efectos causados,
se que hubo heridos, y que huérfanos ha dejado,
esta dura profesión que a nuestro pueblo ha marcado.
También las mañanas de la plaza vienen a mi mente,
el ir y venir, a las tiendas cercanas, a los puestos
tanto de carnes, frutas, verduras o pescados,
siempre animados, a vivir el bullicio de la gente.
Se amontonan nombres y establecimientos,
Pajuelo, Almacenes Carballo, Rafa espartería,
La valeriana, Bernabéu, David López ferretería
La churrería y hasta el quiosco de los tebeos.
Y los paseos desde el Llano al parque las ranas,
los primeros cigarrillos en el salón de futbolines,
las tardes de sesión doble en cualquiera de los cines,
y tantas cosas de mi infancia… a la mente llaman.
Aunque hace mucho tiempo que no voy a verte
puedo asegurarte que no te echo en el olvido,
¡son tantos y tantos los recuerdos de lo vivido!
pero me da temor no conocer ya a tus gentes.
Te debo una visita, y no se si la hare algún día,
añoro darme una vuelta por donde me crie,
y refrescar vivencias, “cargar pilas” otra vez,
y con Peñarroya Pueblonuevo… llenarme de alegría
Juan Muñoz Santos
No se que extraño impulso a ti me lleva
infancia recordada, de sabor agridulce,
que a Pensar en ti, a mi me induce,
y me hace parecer que sea cosa nueva.
Resuena en mi mente el “pito” dando las horas,
y el bullir de la gente en los turnos de trabajo,
unos la papelera, otros en tejidos tienen tajo,
y en la fundición, talleres o dirección se labora.
Tengo la imagen grabada de gran actividad,
y que decir de los mineros tiznados de negro,
huella de duro, durísimo y peligroso esfuerzo,
que la “Silicosis” acecha, pago de su actividad.
La estación de ferrocarriles impulsaba
a que fuésemos un pueblo inquieto y activo,
y para los pueblos cercanos un incentivo,
que su economía a moverse incitaba,
Pensando en esto, noto picante garraspera,
causa de una densa capa amarillenta de humo,
¿origen? Productos químicos, ó… abonos,
otra actividad o parcela de la sociedad minera.
También vienen a mi mente los talleres generales,
o la central térmica suministradora de energía,
¡que gran pueblo! ¡qué enorme alegría!
esta fue mi cuna de recuerdos irrenunciables.
Disfrutamos de centros escolares como pocos,
con academias y Escuela de maestría,
donde la preparación y el saber se impartía,
que desgraciadamente no aprovecharon todos.
También, vienen a mi menos joven mente,
recuerdos de la calle Sol y sus calurosas ferias,
las noches de bailes en El Llano con alegría,
y el ir y venir de niños con sus juegos inocentes.
Yo que naci y me crie en Casas Blancas,
cierro los ojos y veo el campo de futbol lleno,
y a Usagre, Efren, Parrilla o Sastre plenos,
dando a los nuestros gloria y alegrías.
Como no recordar tres afines poblados,
Los Mergarejos, La Raña o La Parrilla,
donde aquel vetusto tren ¡la maquinilla!
llevaba y traía a los muchos empleados.
En la explanada de las escuelas, cerca de la”Venganza”
tenia lugar otra magnifica feria, dotada de “rodeo”,
donde con los animales los labradores hacían tratos
¡oh! que buenos recuerdos, que bonita añoranza
Me parece que fue ayer ver hacer a “La Gotera”
o los Huertos Familiares, e ir a ellos las Pascuas,
aquellas caravanas de carros y personas,
con ganas de fiesta llenando la polvorienta carretera.
Tengo el resabor grabado de los buenos gazpachos
acompañados de rica morcilla y tortilla de patatas,
algún filete empanado y sin faltar las buenas tortas,
símbolo de tradición aunque pasen los años.
¿Que decir del paisaje desde El Peñón divisado?
esos campos de encinas y olivos poblados
desde Fuente Ovejuna, por el Soto pasando
hasta El Antolín y Belmez y el actual pantano.
Cierro los ojos y veo esos magníficos campos
sembrados de cebada y trigo moverse acompasados,
que el suave viento mece como niño acunado
formando olas bellísimas de brillo tornasolado.
¡Oh! ¡Alarma!, en mi mente noto un pinchazo,
“el pito” suena insistentemente, ¡algo ha pasado!
es señal de mal agüero, me esta martilleando,
hay ir y venir de gentes y al hospital llegando.
Una explosión de grisú en la mina ha habido,
mi corta edad no recuerda los efectos causados,
se que hubo heridos, y que huérfanos ha dejado,
esta dura profesión que a nuestro pueblo ha marcado.
También las mañanas de la plaza vienen a mi mente,
el ir y venir, a las tiendas cercanas, a los puestos
tanto de carnes, frutas, verduras o pescados,
siempre animados, a vivir el bullicio de la gente.
Se amontonan nombres y establecimientos,
Pajuelo, Almacenes Carballo, Rafa espartería,
La valeriana, Bernabéu, David López ferretería
La churrería y hasta el quiosco de los tebeos.
Y los paseos desde el Llano al parque las ranas,
los primeros cigarrillos en el salón de futbolines,
las tardes de sesión doble en cualquiera de los cines,
y tantas cosas de mi infancia… a la mente llaman.
Aunque hace mucho tiempo que no voy a verte
puedo asegurarte que no te echo en el olvido,
¡son tantos y tantos los recuerdos de lo vivido!
pero me da temor no conocer ya a tus gentes.
Te debo una visita, y no se si la hare algún día,
añoro darme una vuelta por donde me crie,
y refrescar vivencias, “cargar pilas” otra vez,
y con Peñarroya Pueblonuevo… llenarme de alegría
Juan Muñoz Santos
