¡Ay Padre Jesús ¡Que poco tiempo queda para verte de cerca, para besar tu Sagrada Túnica e ir a tu lado desde que sales de tu Morada Celestial hasta que vuelves a ella dejando tras de si un mar de lágrimas de amor y de esperanza a tantos montoreños que te quieren, y que darían todo por tu causa. ¡Jesús! Sé que aunque estoy lejos de Ti, nunca me olvidas, que estoy en tu pensamiento como Tú estás en el mío, que cada vez que nombro tu Bendito Nombre, mi corazón se acelera y mi alma se abre de par en ... (ver texto completo)