La leyenda de las Tres Cruces, UBRIQUE

Uno de los cerros de Ubrique.

Ubrique, una localidad ubicada en la comarca de la Sierra de Grazalema en Cádiz y conocida por su industria del cuero y curtidos, está rodeada por montañas de piedra imponentes donde los truenos sonarían con una reverberación digna de espectáculo. Su ubicación y la presencia en verano de tormentas secas que más de una vez acaban en incendios forestales, nos lleva años atrás a una leyenda que nos cuenta la vulnerabilidad de su ubicación.

Allá por principios del siglo XVIII, probablemente condicionado por la naturaleza lluviosa de la Sierra de Grazalema, las tormentas comenzaban a hacer estragos y más de una vez las rocas caían de los cerros amenazando la placida vida de los lugareños.

Recordando episodios de lluvias torrenciales y la probable desgracia que podría ocurrir, las autoridades acudieron a fray Buenaventura de Ubrique, padre religioso fundador convento capuchino y hombre de gran sabiduría, para consultarle.

Después de meditarlo mucho y según él, consultarlo con el señor, se dirigió al pueblo y anuncio lo siguiente. Colocaría, tres cruces bendecidas, alrededor del pueblo, en los cerros que la bordean, el cerro del Tajo, el Cerro de Benalfi y el Cerro de la Viñuela.

La misión de esas cruces seria proteger al pueblo de los efectos de la meteorología, y asi fue, durante los años siguientes ninguna roca caía de las montañas en días de tormenta y asi los lugareños podrían dormir en sus casas.

Sin embargo, Fray Buenaventura antes de morir confesó una cosa, antes de morir dijo que la protección estaría allí siempre que estuvieran las cruces, pero en el momento que las tres cruces desaparecieran, la montaña se caería y sepultaría al pueblo.

Durante los años siguientes nadie se atrevió a subir a aquellos cerros ni a quitar las cruces bajo pena capital sin embargo la naturaleza tenía otros planes.

En 1755 el terremoto de Lisboa con su fuerzas, derribo una de ellas y un siglo después, otra de las cruces, desapareció en una tormenta que nunca se olvidará. Hoy día solamente queda la cruz del Cerro del Tajo.

La cruz no se ha movido de allí, pero el día que desaparezca, desaparecerá también Ubrique.

Mientras tanto no debemos dejar de visitar este maravilloso pueblo donde además de su industria de cuero y marroquinería destaca por su semana santa, sus vistas y calzada romana y es un lugar para escapar en fin de semana y conocer la naturaleza del parque natural de la Sierra de Grazalema.
historia de las cruzes de ubrique