Contrabando en el Estrecho:
Yo fuí testigo, alguna madrugada, del paso de contrabandistas, paisanos y de Espera, que hacían descansar sus caballerías en la cuadra de mi casa. Mi padre, de forma totalmente altruista, les echaba un pienso de grano a los animales exhaustos y un café caliente o un vaso de leche a los jinetes, quienes tenían el ojo en la cuadra y el oído en la noche.Aguna vez tuvieron que abandonar precipitadamente la casa, para no ser apresados.
Quienes resitieron entonces ayudaron ... (ver texto completo)
Yo fuí testigo, alguna madrugada, del paso de contrabandistas, paisanos y de Espera, que hacían descansar sus caballerías en la cuadra de mi casa. Mi padre, de forma totalmente altruista, les echaba un pienso de grano a los animales exhaustos y un café caliente o un vaso de leche a los jinetes, quienes tenían el ojo en la cuadra y el oído en la noche.Aguna vez tuvieron que abandonar precipitadamente la casa, para no ser apresados.
Quienes resitieron entonces ayudaron ... (ver texto completo)