LA ENTRADA DE LOS OBISPOS A
CÁDIZ.
Después de ser saludado por el alcalde de Cádiz en el
molino de mareas de
Río Arillo y descansado un rato en el llamado ‘
salón del obispo’ (ver nótula anterior), el prelado de la diócesis y su séquito de autoridades iniciaban su marcha hacia la
iglesia de
San José,
Desde allí se mandaba recado al
Ayuntamiento y la
campana municipal iniciaba un repique que era seguido por las
campanas de todas las
iglesias. Este aviso servía para que el vecindario acudieran a presenciar la entrada en Cádiz del nuevo pastor.