Originalmente fue conocido como
Puerta de Tierra y se situaba inmediata al
Castillo de la Villa. Como ocurrió en el
arco del Pópulo, al vano original se fueron añadiendo distintas construcciones, que transformaron su aspecto primitivo. Sobre la amplia
bóveda que conforma el
pasadizo, la
familia Bianco o Blanco, de la que toma la puerta su nombre actual, levantó en el siglo XVII una
capilla dedicada a la
Virgen de los Remedios, hoy desgraciadamente desaparecida. El
pórtico exterior, con
arcos apuntados, daba acceso a las carnicerías reales, bajo cuyo solar se ha localizado parte de las dependencias anejas a la escena del
teatro romano.
Arco de los Blanco de
Cádiz.
En su primera época se denominó Puerta de Tierra, porque quedaba frente a la goleta o istmo. Mas tarde se la llamó de
Santa María, por dar paso a este arrabal. La puerta estaba flanqueada por dos
torres, desiguales. La del Sur era uno de los cubos del castillo que contiguo a ella existió (Castillo de la Villa).
Sobre ella existía una imagen de alabastro de Nuestra Señora de los Remedios,
escultura de origen italiano, quizás de mitad del siglo XVI.
Careciendo de importancia
militar la cerca o
muralla de la Villa y sus
puertas, al no encerrar sino una pequeñísima parte de la ciudad, este arco fue el que sufrió más el abandono, hasta el punto de amenazar
ruina, por lo que tuvo que repararse seriamente en 1602.
Hacia 1621 la familia Blanco, una de las principales del
comercio de Cádiz y que más tarde tuvo asiento en el Cabildo, solicitó autoriazación para labrar a su costa una capilla, al igual que se había levantado en la Puerta del Pópulo, edificando sobre la bóveda y entre los
torreones.
La capilla quedó terminada en 1635, fecha que está indicada en el Ave María que existe en el frente que da a la
calle del
Mesón Nuevo. Esta capilla se labró formando un tejaroz con
espadaña, de modo que quedaba abierto a la calle de la Carnicería o de la Misericordia, en donde lo soportaban tres arcuaciones, descansando en ménsulas y
columnas de mármol blanco.
La imagen debió quedar junto a la muralla, sobre el
altar adosado a ella. Una sencilla balaustrada remataría el ámbito de la capilla, que limitaban por ambos lados las torres de la puerta. Para la Sacristía se labró un cuarto, gran parte de él ahuecado, por el revés de la muralla, que por esta parte es altísima y rebasa algunos de los
edificios de la calle de
San Juan de Dios.
En 1642 se autorizó a don Felipe Marzón y Blanco, Caballero Regidor y patrono de este
santuario, para que se le formase un
balcón volado que llegase hasta la
esquina del castillo o
torre de la derecha, como ya se ha comentado con anterioridad.
El aspecto sería el de tantas y tantas
capillas pensiles como hay por
Andalucía: una capillita abierta a la calle con espacio poco más que suficiente para poder oficiar, y amplia balconada en donde poder colocar candelas y mariposeros.
Siendo de patronato particular, pocas referencias de ella existen en el Archivo Municipal, pero la simple visita hace comprender que, por la primera mitad del siglo XVIII hubieron modificaciones de importancia: se colocó un
retablo de talla, la imagen se susituyó por otra de lienzo y en el hueco de la torre izquierda se hizo una capilla con retablo, dedicado a San Raimundo de Peñafort.
En el siglo XIX se prologó el tejaroz y se tapió la parte que da a la calle, suprimiendo el corredor y quedando el conjunto con el aire amazacotado que tenía hasta su desaparición. Hacia 1810 se le agregaron unas
casas, en las que vivía el canónigo que disfrutaba la capellanía
El Conjunto Arqueológico del Arcos de los Blanco, está declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de
Monumento (código: 110120048), e incluido dentro de la Zona Arqueológica Término Municipal de Cádiz (código: 110120073). Bajo la protección de la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley 16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español