Esta
iglesia tiene sus orígenes en una
ermita que existía en el mismo lugar antaño denominado
Campo de la Jara. El
edificio actual es de mediados del siglo XVII, aunque ha sufrido diversas reformas en épocas posteriores siendo la de mayor entidad la llevada a cabo a mediados del siglo XIX.
La
fachada principal tiene una
portada barroca de
piedra arenisca dividida en dos cuerpos, sustentado por
columnas corintias el primero y salomónicas el segundo, donde se abre una
hornacina con imagen de
San Antonio en mármol. Una profusa decoración complementa su estructura que es obra original del barroco gaditano. Es de gran vistosidad esta fachada por las dos altas
torres que la enmarcan, correspondientes a la reforma de 1858, si bien el último cuerpo de éstas fue realizado a mediados del siglo XX.
Es una de las pocas
iglesias gaditanas erigidas en una
plaza, que lleva su mismo nombre, donde el gran espacio ante el templo hace que se pueda contemplar sin obstáculo ninguno.
El
retablo mayor realizado en madera policromada imitando mármoles, es obra neoclásica del arquitecto Manuel García del Alamo (1813-1888). Se admira la bella
escultura de la
Virgen del Patrocinio, así como las de San Antonio de Padua y San Francisco de Paula. Tiene también otros
retablos de los siglos XVII y XVIII, además de diversas piezas de obras artísticas de escultura, pintura y orfebrería.
Posee este templo, de severa
arquitectura interior, muy buenas imágenes repartidas por los diversos retablos que lo decoran.