El objetivo fundamental de la intervención francesa era terminar con los liberales en el gobierno desde tres años antes. Las fuerzas españolas leales se enfrentaron con los franceses en
Cataluña al mando de Francisco Espoz y
Mina, pero no hubo apenas reacción popular de apoyo y debieron retirarse. El
ejército francés ocupó
Madrid sin resistencia y siguieron hacia
Andalucía en persecución de los liberales que se habían refugiado en
Cádiz con Fernando VII como rehén.