Amigo Leocadio: para mi es un gran honor recibir de usted la categoría de comandante; aunque no llego ni a cabo primero, ya que en la mili, solo llegué a cabo segunda. De todos modos, agradezco el ascenso. A su pregunta de quien era el jefe en la década de los cincuenta, le diré que en Los Albacetes y La Ermita, habíamos unos niños que éramos muy buenos para jefe; lo que pasa, es que, no nos dio por elegirlo ya que todos eran buenísimos. Tanto es así, que cuando llegábamos por la mañana a la escuela, ... (ver texto completo)