El
juego de los bolos es muy popular, el
pueblo consta con una de las mejores boleras (sino la mejor) de bolos leoneses, llamada el Malecón, aunque el citado juego, ya lleva varios años un tanto en desuso, siendo el día de la
fiesta cuando se ve mejor el curioso y estilo de las bolas de esta zona de
León. Se paga una pequeña inscripción y se gana dinero o un animal, un cordero.
Hay una
procesión el día de la fiesta, donde se saca la imagen del patrón desde la
iglesia del
barrio alto, Palombera, a la
ermita del barrio bajo, llamado Cansequillo. Antiguamente se hacia recorrido de ida vuelta, pero es una
costumbre ya desaparecida. Ya hace tiempo que apenas de ven los
carros del país como en tantos otros
pueblos. Tampoco se ven ya los que se llamaban "forcaos", que eran una especie de carros sin ruedas que se desplazaban por el puro roce con el
monte, como si fueran trineos y que servían para bajar la hierba a través de
caminos difíciles y empinados donde un
carro tradicional no podía llegar.
Es un pueblo de
puertos de
montaña, rayando con
Asturias donde existen varias majadas de pastores con
ganado subido desde
Extremadura. Por ello allá por octubre, cuando el frío va haciendo acto de presencia, se suele celebrar una corderada entre todos los habitantes del pueblo, vecinos o veraneantes, (siendo actualmente celebrada al finalizar el
verano para que sea más fácil la asistencia de la gente del pueblo).
En la fiesta antes citada, a la par que bajar la imagen del
santo, también se saca en procesión un
pendón grande, que es bajado por un vecino del lugar, generalmente desplegado, para lo que hay que tener bastante fuerza, necesitando de igual forma la colaboración del viento para que éste luzca con su máximo esplendor.
Y en fin.... todas las
excursiones de monte que se pueden hacer, que son muchísimas, dan fe de la mejor de las
costumbres: disfrutar de la paz del caminante.