Salimos de ver esta maravilla del casino, CADIZ

Los tirios habían llegado a aquel lugar remoto de Occidente en busca de metales, de los que en el desarrollado Próximo Oriente había una demanda insaciable: de plata sobre todo, pero también de oro y estaño. Y en el Bajo Guadalquivir contaban con un proveedor excepcional de plata: el mundo tartésico, envuelto en un aura de riqueza fabulosa, manifiesta en relatos como éste: "Se dice que los primeros fenicios que navegaron hacia Tartessos obtuvieron en sus intercambios comerciales a cambio de aceite y pacotilla una cantidad de plata tal, que ya no pudieron guardarla ni darle cabida [en su barco], sino que se vieron obligados cuando partieron de aquellas regiones a componer de plata todos los utensilios de los que se servían e incluso las anclas" (Pseudo Aristóteles, Relatos maravillosos 135).
(25 de Abril de 2022)