Mensajes de ALBARES (Guadalajara) enviados por Jose:
Estas aves son ariscas y pasan la mayor parte del tiempo comiendo entre la espesa vegetación o la maleza, aunque en ocasiones un macho se posa al descubierto para lanzar su canto, con el cuerpo trémulo y volviendo la cabeza a los lados. Su canto puede escucharse a mucha distancia pero es difícil saber dónde está situado el pájaro, pues éste puede producir un efecto de «ventrílocuo» con su voz.
Al llegar las aves a España en primavera, comienza a oírse su canto todas las mañanas y todas las tardes y a veces durante la noche.
LA BUSCARLA PINTOJA:
Se ha comparado el canto de esta buscarla al de algunos saltamontes, y, en efecto, suena muy parecido, aunque aún se parece más al ruido producido por algunos artefactos mecánicos; es un zumbido de bastante duración, con una sola nota, similar al originado por un carrete de pescar al enrollar el hilo, o al de una rueda de bicicleta girando con el piñón libre.
Alimentación: Pequeños mamíferos, especialmente conejos; carroñas diversas; a veces aves, lombrices, orugas, lagartos, escarabajos; ocasionalmente bayas.
Hábitat: Bosques.
Nidificación: Ambos sexos construyen un abultado nido de ramas, generalmente en árboles, a veces en bordes rocosos; nido decorado a menudo con hojas o algas; puesta, de marzo a mayo, de 2 a 3 huevos blancos con marcas chocolate a castaño rojizo; incubación, alrededor de 36 días, por ambos padres; los pollos, alimentados por ambos padres, dejan el nido tras unos 50 días.
Identificación: Plumaje pardo oscuro por encima, pálido con barras oscuras y listas por debajo; en vuelo muestra anchas alas y cola redondeada; sexos iguales.
El plumaje de esta especie, como el de otras rapaces, varía mucho de tono, y puede oscilar desde una coloración bastante clara a un pardo muy oscuro.
Común como nidificante en toda España, la población nativa se ve incrementada notablemente en invierno con gran cantidad de aves procedentes de otros puntos de Europa que se establecen en todas las zonas abiertas, permaneciendo fieles a estos lugares mientras dura su estancia en la Península.
Cornejas, avefrías o gaviotas no dejan nunca de hostigarlo en vuelo con fogosas picadas. Irritado, el Busardo Ratonero puede renunciar a su carácter bonachón y, volviéndose rápidamente sobre el dorso, lanzar un golpe de sus garras para asustar al importuno.
Una segunda ave aparece y resuenan unos espaciados maullidos «piou-piou», mientras que la pareja de busardos realiza su parada alternando una serie de órbitas, planeos y caídas en picado.
EL BUSARDO RATONERO:
En el campo, todavía adormecido al final del invierno, no hay movimiento. Sólo una pesada silueta gira en el cielo y se destaca en negro contra las nubes.
Nidificación: Ambos sexos construyen a fin de marzo un nido muy elaborado, en alto, de forma ovoide con entrada lateral, con hojas, telas de araña y pelusa vegetal; puesta de 4 a 6 huevos de color muy variable; incubación de unos 15 días; los pollos vuelan tras algo más de dos semanas; dos crías.
Identificación: Por encima, rojizo rayado de pardo-negro, obispillo rojizo uniforme; por debajo, blanco sucio a rojizo; cola corta y redondeada, terminada en negro y blanco; sexos iguales.
El Buitrón es un ave sedentaria que cría principalmente en la zona mediterránea; en España llega por Levante hasta el valle del Ebro, faltando en toda la mitad norte de la Península.
Nos encontramos ante un verdadero pájaro «costurero», de una destreza sin igual para perforar con su pico las hojas de gramíneas, reunirlas con ayuda de telas de araña o de finas fibras vegetales y realizar una construcción a la vez sólida, mullida y camuflada.
Sin embargo, se han estudiado minuciosamente los detalles de la construcción de su maravilloso nido.
Su pequeño tamaño y su discreto comportamiento explican por qué sus costumbres no se conocen aún perfectamente.
Es más fácil observarlo durante la época de cría, ya que, en las demás, es muy escondedizo. Como muchas especies que viven en zonas húmedas, el Buitrón prefiere el abrigo de las plantas acuáticas al terreno descubierto.
Con mucha frecuencia no se conoce de este pájaro más que una rápida aparición del macho y su corta emisión sonora, cuya repetición pronto resulta pesada para el oído.
EL BUITRÓN:
El Buitrón es un minúsculo pajarillo, gracioso, vivo e inquieto, de apagados tonos, único representante europeo de su género, típicamente tropical. Habita los terrenos húmedos tanto como áridos abundantes en matojos.
Alimentación: Principalmente carroña, aunque a veces captura animales enfermos.
Nidificación: El nido, en árboles, principalmente alcornoques y pinos, construido o reparado por ambos padres, es un montón de ramas y palos que pueden alcanzar gran tamaño; está colocado entre 3 y 25 metros; puesta, final de febrero-marzo, un huevo blanco, manchado de pardo-rojizo; incubación, de 52 a 55 días, por ambos sexos; el pollo, alimentado por ambos padres, vuela a los 4 meses.
Identificación: Parecido al Buitre Leonado, del que se distingue por tener cabeza más grande, pico más fuerte y cola mayor, algo cuneiforme; el plumaje del adulto no es negro, sino pardo oscuro uniforme, con gorguera parda; cuello calvo; el joven, tono general más oscuro, cara casi negra; sexos iguales.
Las aves adultas y de edades intermedias se desplazan grandes trechos en busca de comida, por lo que pueden verse en zonas poco montañosas y apartadas de sus lugares de cría.
El pollo permanece varios meses en el nido y hasta fines de verano no comienza a volar.
En otoño se afianzan las parejas, que realizan vuelos nupciales y casi enseguida comienzan a arreglar el nido, recogiendo materiales de zonas vecinas; antes del apareamiento se han descrito movimientos de ambas aves, que se colocan en posición casi horizontal y realizan simulacros de lucha.
El Buitre Negro construye en ellos su nido, que puede alcanzar enormes dimensiones.
Su hábitat preferido, y casi exclusivo en España, son los bosques de pinos y, particularmente, las «manchas» de monte bravío.
EL BUITRE NEGRO:
Una de las más grandes y pesadas rapaces del mundo, se encuentra en grave peligro de extinción, incluso en España, que constituye el último refugio del ave en Europa Occidental.
Hola Victoria. La playa, ¡que bueno! cuando nos quedamos solos en ella, cómo nos ayuda a pensar en aquellos recuerdos que se nos quedaron atras de nuestra niñez. La playa ¡como nos eleva la inspiración!
Un abrazo.
Buenas noches amigo Jose, un tema muy interesante, echare un vistazo
feliz noche.
Un abrazo
Hola señito buenas tardes. Sí que es un tema interesante y además bastante largo, por que pajaros tenemos para rato hasta que cacemos todos.
Pasa buena tarde. Un abrazo
Alimentación: Cadáveres de mamíferos, sobre todo ovejas, cabras, bóvidos, asnos, mulas, caballos; en casos de hambre, basuras.
Nidificación: En colonias; en cornisas o grietas de roqueros; nido voluminoso, de ramas, con forro de hierbas, musgo y pelos, no necesariamente abrigados; puesta, en febrero, un huevo blanco; incubación, por los dos sexos, de unos 60 días; el pollo, alimentado por ambos padres, vuelan tras unos tres meses.
Identificación: Leonado, salvo rémiges y rectrices pardo muy oscuro; cabeza y cuello desnudos, con escaso plumón blanco; gola de plumas en la base del cuello, blancas en los adultos, pardas en los jóvenes; pico fuerte; patas relativamente débiles.
Aunque la mayoría de los buitres leonados españoles parecen ser sedentarios, muchos de ellos realizan desplazamientos a considerables distancias de sus colonias de cría, así como movimientos estacionales de unas buitreras a otras, en general descendiendo de mayores alturas a zonas más bajas.
Hostigados por cazadores y por desaprensivos colectores de huevos; diezmados por los cebos envenenados que se destinan a los animales carniceros; hambrientos por la escasez de comida cuando se alteran las prácticas de pastoreo, los efectivos de la población española han disminuido alarmantemente en los últimos años y, de no aplicarse remedio a todos estos peligros, podrían alcanzar un nivel crítico para el equilibrio de la especie.
Este magnífico vuelo nupcial puede observarse todavía a fines de diciembre o principios de enero en diversas montañas españolas, pero no ocurre lo mismo en el resto de Europa, donde en su gran mayoría han sido exterminados.
EL BUITRE LEONADO:
A gran altura, una pareja de buitres leonados describe vueltas lentamente, con las alas extendidas y rígidas, uno junto al otro o tan exactamente superpuestos que parecen unidos por un invisible hilo.
Alimentación: Principalmente mamíferos (roedores en especial) y aves; ocasionalmente ranas, peces y pollos de aves.
Nidificación: Cría en roquedos, en cavidades o grietas; puesta, en febrero-abril, de 2 a 4 huevos blanco sucio; incubación por la hembra durante el día de unos 32 a 35 días; los pollos, vuelan tras unos 70 días.
Identificación: Por encima, pardo leonado rayado y barrado de pardo oscuro; garganta blanca y vientre leonado, ambos con marcas pardas; "orejas" pardo oscuro; pico negro; patas emplumadas, rojizas; iris anaranjado; la hembra es más corpulenta que el macho.
El Búho Real es un formidable cazador que se alimenta casi exclusivamente de presas vivas, de naturaleza variable según las regiones; pero en todas ellas se ha mostrado siempre como un excelente destructor de roedores y córvidos.
En el roquedo practican un cuenco redondeado donde la hembra pone e incuba durante el día. Los pollos, de colorido claro, se desarrollan y vuelan muy pronto, manteniéndose unidos hasta el otoño, en que realizan movimientos dispersivos más o menos acentuados.
Muy precozmente, casi en pleno invierno, la pareja desarrolla la parada nupcial, aún poco conocida. El macho canta para defender su territorio con un profundo y corto «uuu ju», y al atardecer las dos aves se elevan, planeando a bastante altura.
El lúgubre ulular que resuena durante la noche en los valles rocosos no es ciertamente tranquilizador. Su figura enorme e inquietante, con sus intensos ojos anaranjados que miran fijamente, basta para exponerlo a la vindicta pública.
EL BUHO REAL:
Perseguido por el hombre, el Búho Real sólo habita actualmente en las comarcas más remotas, donde aun así es bastante escaso. Su persecución está motivada en gran parte por la superstición popular que asocia su canto a noticias infaustas.
Alimentación: Ratas, ratones, topillos, musarañas; fringílidos, gorriones y, a veces, aves tan grandes como arrendajos; algunos abejorros y otros escarabajos.
Hábitat: Bosques.
Nidificación: Normalmente utiliza viejos nidos de Urraca, Cuervo u otro córvido, o una madriguera de ardilla; a veces construye en el suelo; puesta, marzo-junio, de 4 a 5 huevos blanco lustroso; incubación, 25 a 28 días, sólo por la hembra; los pollos, alimentados por ambos sexos, dejan el nido después de unos 25 días.
Identificación: Largas "orejas"; plumaje ocráceo con moteado pálido y rayas oscuras; ojos amarillo-anaranjado; sexos iguales.