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Mensajes de ALBARES (Guadalajara) enviados por Jose:

Ya es hora de dormir.
Buenas noches Raquelilla: Me imagino que a éstas horas estarás de juerga, ya he visto que apsar de eso, ayer mientras los correpies hiciste los deberes y, (a qué horas.) hasta mañana.
Buenas tardes Toño, encantado saludarte.
Buenas tardes Argentina: Mi apoyo y un cariñoso saludo para los mieros, con el deseo de una pronta solución.
buenas tardes ana
Buenos dias Jose, no sabes como me alegra, que estes, buen dia a seguir, un saludonosotros con los mineros, espero les paguen
Buenas tardes Argentina: Mi apoyo y un cariñoso saludo para los mieros, con el deseo de una pronta solución.
buenas noches jose, que aburrido es este foro
Buenas tardes frata: Creo que cuando termine el cachondeo de las vacaciones y las fiestas, ya se animará un poco.
Un saludo.
Hasta luego amiguetes.
Alimentación: Principalmente insectos cazados al vuelo.

Hábitat: Montañas y riscos.
Nidificación: Anida en pequeñas colonias; nido, bien guarnecido, construido por ambos sexos, con barro, en forma de copa, en roqueros, acantilados costeros y fluviales, cuevas; a veces junto a los de aviones comunes; puesta, de abril a junio, 4 a 5 huevos blanco cremoso manchados de pardo y gris; incubación principalmente por la hembra, unos 24 a 26 días; dos crías.
Identificación: Parecido al Avión Zapador. Aunque ligeramente mayor, enteramente pardo por encima y blanco sucio por debajo, careciendo de faja pectoral; cola cuadrada con marcas blancas cerca del extremo; sexos iguales.
La población española parece que se comporta de dos modos diferentes, pues si bien en muchas zonas altas desaparecen en otoño para ir a invernar fuera de España, en las zonas más bajas está presente todo el año.
Persiguiéndose en vuelo, los aviones roqueros desarrollan el cortejo nupcial, en el que a veces uno de ellos recoge en el aire una pluma o pelusa para entregarla a su pareja; generalmente se limitan a vuelos circulares.
Ocupa igualmente una amplia gama de altitudes, desde el nivel del mar hasta las más altas cumbres de nuestros macizos montañosos, como Gredos, los Pirineos, etc.
Esta golondrina es la más montaraz de todas las que habitan en España. Frecuenta casi exclusivamente acantilados costeros o del interior, aunque se conocen casos de nidos en edificios y otras construcciones.
EL AVIÓN ROQUERO:

En el estrecho valle rocoso en cuyas paredes crecen algunos matorrales, los aviones roqueros van y vienen, volando con sus cortas alas triangulares, dedicados a una caza encarnizada de insectos, menos rápida que la de los vencejos reales, que ocupan el mismo acantilado.
Alimentación: casi enteramente insectos capturados en vuelo, sobre todo moscas y pequeños escarabajos.

Hábitat: Ciudades y pueblos.
Nidificación: Ambos sexos construyen un nido redondeado de pegotes de barro, hierbas y raicillas, bajo los aleros de los edificios, bajo los puentes, en cuevas o acantilados; nido revestido de delgada capa de plumas; puesta, en mayo-agosto, generalmente de 4 a 5 huevos blancos, cuya incubación, por ambos padres, dura de 14 a 15 días. Los pollos vuelan después de 22 días y son alimentados por ambos padres; dos crías, a veces tres.
Identificación: Azul negruzco por arriba, blanco por debajo, con obispillo blanco. Cola menos ahorquillada que la de las golondrinas; sexos iguales.
En España cría por todas partes, en ocasiones a bastante altura; pero hay sitios idóneos en los cuales se producen unas extraordinarias aglomeraciones de nidos.
La contaminación del aire impulsa al Avión Común a abandonar las ciudades, y los insecticidas utilizados en algunos establos son nefastos para las nidadas allí establecidas.
A los peligros del viaje, cuyas etapas más difíciles son la travesía del Sahara y la del Mediterráneo, se añaden además muchas dificultades en el momento de la nidificación.
La familia permanece generalmente unida y fiel a su nido, donde se apilan los padres y los jóvenes nacidos de sucesivas crías. Al final de la temporada emigran hacia sus cuarteles de invierno africanos.
El Avión Común, bien sea urbano, rural o de montaña, es un ave familiar y muy gregaria. Aunque más rechoncho que otras golondrinas, su aspecto es no obstante fino, y su vuelo alcanza una perfección y elegancia admirables.
AVION COMÚN:

Entre las ágiles siluetas que evolucionan en el cielo de nuestras ciudades y pueblos se advierte un ave de obispillo blanco: es el Avión Común, que sitúa su nido de barro seco en un rincón de los edificios.
Alimentación: Principalmente insectos, también moluscos y lombrices, estas últimas capturadas pateando la tierra.

Hábitat: Cultivos
Nidificación: La hembra escoge uno de los varios hoyos hechos por el macho, a menudo en ligera cuesta, y lo rellena con hierbas secas; pone, de marzo a mayo, 4 huevos ante-oliváceo o verde-oliváceo, densamente marcados con negro; incubación, alrededor de 27 días, principalmente por la hembra; los pollos, alimentados sólo por la hembra, abandonan el nido a las pocas horas y vuelan tras unas 5 semanas.
Identificación: Ave de tamaño medio, negra y blanca, con alas redondeadas y cola corta, visible en vuelo; moño fino y patas largas; a la luz del sol, verdosa brillante por el dorso; sexos iguales.
Aunque en España es abundantísima en invierno, presentándose en gran número en todas las regiones, no por ello la población nidificante es pequeña, como vulgarmente se piensa, al asociar el ave a temperaturas bajas, y de ahí su nombre castellano. En efecto, a pesar de que el número de parejas es mínimo en la mayoría de las zonas, sólo la población de las Marismas del Guadalquivir alcanza varios cientos de parejas, fluctuando según los años.
Buenas tardes Jose.
Buenas tardes raquelilla, buenas tardes señito. Como vereis nos ponemos de acuerdo en todo, hasta para pisarnos el terrenin jajaja
Como otros limícolos, las avefrías son particularmente sociables. Se observan en grandes bandos densos arremolinándose antes de aterrizar. Desde fines de julio, las avefrías se reúnen y dejan las zonas de reproducción. El paso de sus bandos comienza muy pronto y llegan al sur con los primeros fríos.
AVEFRÍA EUROPEA:

Al principio de la primavera, las avefrías realizan sus vuelos de cortejo, sobre las húmedas praderas y los bordes de las marismas, donde crían. Se elevan bruscamente, en vertical, antes de picar hacia tierra, volteándose con grandes y sonoros batidos de las alas; este vuelo nupcial es acompañado por gritos característicos <<piuit-pi-uit>>.
Qué aburrido está el foro.
Buenas tardes Raquelilla: Si que está el foro bastante aburrido, pero ésta gente estará pletórica de diversión con tantas fiestas.
Qué aburrido está el foro.
Buenas tardes Albares:
Un saludo Albares. Pasad buena noche.
Alimentación: Insectos, lagartijas, pajarillos y ratones.

Hábitat: Parques y jardines
Nidificación: En una cavidad de árbol, muro o roquero; a veces en una caja anidera o nido viejo de Urraca; puesta, abril-mayo, de 3 a 6 huevos blanco brillante; incubación, sólo por la hembra, de unos 25 días; los pollos, alimentados por la hembra con comida que aporta el macho, vuelan tras unos 24 días.
Identificación: Color general pardo grisáceo o pardo rojizo, manchado, barrado y rayado de pardo negruzco. Pequeñas "orejas", con frecuencia ocultas; ojos amarillos o amarillo-verdoso.
Por sus costumbres nocturnas es difícil conocer la cuantía de la población española, aunque anida por todo el país. A veces se ha confundido su canto con el de algún sapo por su gran parecido.
Familiar en las ciudades, cuyas luces atraen los numerosos mosquitos que forman la base de su alimentación, el Autillo sabe también guardar la distancia. Pasa los días inmóvil, contra el tronco de un árbol, y su cuerpo alargado, de un extraño color de corteza, es indistinguible. No retorna a la actividad hasta que cae la noche, después de haber hecho oír su canto mucho tiempo.
Son muchos los que han oído la nostálgica nota del Autillo, pero pocos los que pueden presumir de haberlo visto. Sin embargo, a esta pequeña rapaz nocturna le gusta la vecindad del hombre, y le agradan los grandes plátanos que bordean carreteras y paseos.
EL AUTILLO EUROPEO:

En la cálida noche estival, millones de ranas croan en las charcas, los insectos cantan y, dos o tres veces, se oye el silbido del Autillo. De repente, una nota aflautada, muy alegre, se repite regularmente, a intervalos de algunos segundos. A la luz de la luna puede identificarse al cantor. Es un búho de tamaño muy pequeño – apenas el de un zorzal –; está posado a poca altura, pegado contra el tronco del árbol.
EL AUTEn la cálida noche estival, millones de ranas croan en las charcas, los insectos cantan y, dos o tres veces, se oye el silbido del Autillo. ILLO EUROPEO:
Alimentación: Bellotas; huevos y pequeñas aves; insectos y larvas en primavera y verano; ocasionalmente gusanos, ratones y lagartos.

Hábitat: Bosques.
Nidificación: Ambos sexos construyen nido de ramas, revestido de raicillas y pelos, en arbusto o árbol, entre 1 y 6 metros de altura; pone, en abril-junio, de 3 a 6 huevos, teñidos de verde con moteado pardo oliváceo; incubación, sólo por la hembra, unos 16 días; los pollos, cebados por ambos padres, dejan el nido tras unos 20 días.
Identificación: Plumaje rosa pardusco; cobertoras alares azules con barras negras; plumas del píleo blancas y negras; obispillo blanco visible en vuelo; sexos iguales.
Además de su característico grito, poseen un amplio vocabulario, que incluye un sonoro y resonante «quiu» y un sonido como cloqueante que puede ser imitación del de la urraca.
Al principio de la primavera los arrendajos se tornan aves sociales, reuniéndose en ceremonias en las que se persiguen uno a otro con lentos batidos de alas. En otras épocas fuera de la de cría se desplazan en parejas o en pequeñas partidas.
otoño cogen bellotas y las entierran; más tarde, durante el mal tiempo, vuelven a comer a sus escondidos depósitos.
En verano prefieren bosques abiertos con sotos altos y en invierno parecen depender principalmente de frondosas, durante las semanas en que el alimento es escaso.
Los arrendajos están mucho más ligados a los bosques que la mayoría de los otros córvidos españoles; pueden encontrarse también en parques urbanos, pero raramente se ven lejos de árboles.
(LOS PÁJAROS)

EL ARENDAJO:
El extraño color de su plumaje y su estridente grito «skaak-skaak» hacen del Arrendajo un ave visible durante la mayor parte del año. En la época de cría es más silencioso y es difícil verlo cuando se escurre de rama en rama bajo una densa cubierta de hojas.