La armonia de la vida se centró en tu vientre, formando una familia, con tu inagotable amor de madre. Nacimos hijos y nietos bajo el manto de la protección de tus manos, ayudando a levantarnos de nuestros tropiezos sin pedirnos nada a cambio. Para ti siempre fuimos niños aún pasando los años, los hijos y nietos por quienes sacrificaste tanto. Madre, que dios bendiga la inmortalidad de tu bella alma. Nosotros como hijos tuyos, solo podemos amarte, entregandote nuestro corazÓn forjado por tu sangre. ... (ver texto completo)