Dar una sonrisa hace
feliz al corazón.
Enriquece al que la recibe, sin empobrecer a quien la da.
Sólo dura un instante, pero su recuerdo permanece mucho tiempo.
Nadie es tan rico como para despreciarla, ni tan pobre como para no poder darla.
La sonrisa crea alegría en la
familia, da fuerza en el trabajo y es
señal clara de
amistad.
Una sonrisa da alivio al cansado, renueva el ánimo en la prueba y es medicina en la tristeza.
Y si a pesar de todo te encuentras con alguien que no te la ofrece,
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