Mensajes de MIGUEL ESTEBAN (Toledo) enviados por Antonio:

Muchas gracias Puri. Pensaba que ya nadie iva a contestarme y llevaba mucho tiempo sin mirar el mensaje que envié. Si puedes hacerme otro favor te lo agradecería en el alma. Cuando veas a Josefina o a Cloti dales mi dirección de correo: ataruteja@hotmail. com y les dices que soy Ata y que me gustaria contactar con ellas. Un saludo y nuevamente muchas gracias.
No es esa Cloti. La Cloti que está en Aranjuez es Panduro de apellido.
Angel. Simplemennte es porque creo reconocerme en uno de ellos concretamente el 2. por la izquierda de los que estan de pie. Y EL QUE ESTA DEBAJO con gafas se llama QUILIS. Yo vivo en VILLALONGA desde los 11 años que me trajeron mis padres. Ahora tengo 65 y guardo buenos recuerdos de mi pueblo
No te puedo decir si el que está debajo se llama Quilis. Creo que era hijo de un comerciante y al mismo tiempo músico, que vivía en la esquina de lo que se llamaba "El Palomar".
Parece que el sistema de registrarse es más eficaz que la "amenaza" de ser identificado por la IP del ordenador. En cualquier caso, es una garantía de que nadie va a sobrepasar los límites de la legalidad, y en ese sentido, bienvenidos sean todos los medios para que a pesar de la libertad que todos deseamos, nadie se oculte o le sea más difícil difamar, insultar o tirar la piedra y esconder la mano.
El humedal denominado "Los Charcones" es de reciente formación. Aunque se sabía desde siempre que esa zona se encharcaba en los años lluviosos, al conducir las aguas residuales y depurarlas a esa lugar, permanece casi siempre con agua. Las aguas se depuran de forma natural y las aves hacen una parada en el camino en su deambular a tierras más cálidas en invierno. Actualmente es un lugar de observación de aves, protegido por la S. E. O.
Grupo de alumnos posando junto a su maestro. Son los años cuarenta y finales de los cuarenta. Muchos de estos alumnos tienen ahora (año 2008) cerca de los sesenta años o pasan por encima ligeramente. Unos perviven en el pueblo. Otros emigraron a tierras extrañas. El maestro, es el que tiene a su hijo en brazos. El maestro a cuyo nombre se dedicó el centro de Secundaria del pueblo.
Es una de las calles adyacentes al Parque Municipal Nuestra Señora del Socorro. Es la calle de San antón. Actualmente se están realizando modificaciones (año 2008) en la zona blanca de la pared derecha, con nuevas edificaciones de tres plantas.
Instituto Juan Patiño Torres. Así se llama este centro de Secundaria. Juan Patiño Torres fue un maestro de toda la vida. Muchas generaciones han pasado por sus manos y es un merecido homenaje a quien dedicó todo su esfuerzo, a pesar de las dificultades de su tiempo, a educar y formar personas con valores que hoy día se echan en falta.
La Calle Real de Miguel Esteban, presentaba este aspecto en los años previos a la Guerra Civil de 1936. El pavimento era de piedra troceada compactada con arena. Como es lógico, las ruedas de los carros que eran de hierro hacían que la duración de las calzadas fuese casi efímera. Pero tenían el ingrediente positivo de permitirse el lujo de posar a las gentes en medio de la calle, porque no había el tráfico que hoy existe. A la izquierda, en la acera, puede verse apoyado en la pared un típico habitante ... (ver texto completo)
Los alumnos que aquí posan junto a su maestro, deben de tener casi un siglo de edad en el año 2008. Casi todos han fallecido ya. Uno de estos antiguos alumnos fue, posteriormente, profesor del pueblo durante toda su vida. A él le han dedicado el nombre del actual Instituto de Secundaria.
La visita del señor Obispo tenía mucha importancia por los años cincuenta y principios de los sesenta. Los profesores del pueblo junto a la autoridad religiosa, era casi de obligado cumplimiento. Los escolares recibían al señor Obispo con banderines, guirnaldas de flores y hojas verdes que adornaban la entrada a las calles principales y, sobre todo, a la entrada de la plaza de la Iglesia, como en esta foto.
En los años 50, este grupo de alumnos, formaban lo que podríamos decir "escuela privada" de Miguel Esteban. Eran alumnos cuyos padres pagaban una cuota al profesor, que no estaba aún trabajando como funcionario del MEC. Posteriormente, allá por los años 60, desapareció esta escuela "privada" y quedó como único privado-religioso los grupos de parvulitos que llevaban algunas monjas del pueblo hasta que oficialmente se abrieron escuelas de parvulistas.