Discurso de tiempos enfrentados
Algún
día, conseguiremos igualar nuestros tiempos, que hoy, encuentro diferentes. Su mirada distante, provocadora y soberbia, mira sin ver, habla sin sentir, calla y no escucha. Mi vida se adelanta a pasos agigantados, sólo para continuar tras tus pasos. Consigo equiparar mi sentir al tuyo, pero sigues avanzando, y yo...
Tropiezo.
Tal vez, algún día, consigamos caminar juntos, mano con mano, por el mismo ciclo por el que ahora, tú te deslizas. Y, un paso por detrás, me mantengo, temerosa a acercarme. Recojo mis maletas, y en la estación de tiempo en la cual no elegimos nacer a destiempo...
Esperamos.
Así, un día, consigamos crear un tiempo nuevo para los dos, donde podamos reír y llorar, bajo las manecillas de un mismo reloj. Inventaremos un día donde el amanecer se haga atardecer, y de sol a sol, nuestro amor se transforme en más tiempo. Amor de un día que convertiríamos en dos, o en tres, incluso en cuatro eternos momentos de amor.
Algún día, seguramente llegaré antes que tú al crepúsculo, y prometo esperarte sentada, mientras contemplo algún lugar perdido entre las montañas.
Mi mirada se perderá en el infinito, hasta que encuentra la tuya, nueva y distinta. Reviviremos una vida nueva, juntaremos pedazos de las anteriores, y los uniremos en varias nuevas.
Ajustaremos nuestros relojes, y continuaremos camino. Un camino distinto al que tú seguías. Un camino distinto al que yo seguía. Un camino que iremos trazando, paso a paso, entre tú y yo.
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