Al sur del pueblo, en una superficie de fanega y media, rodeada de viñas, la era presentaba un desordenado grupo de pilas de haces que esperaban su turno para ser trillados. Cada montón correspondía a un propietario, aunque había alguno redondo, la mayoría de forma cuadrada y ocupaban la mitad norte de la era. Apoximadamente en el centro estaba la trilladora Clayton que, menos ruidosa que otras al ser eléctrica, disparaba su cañón de paja hacia Badarán ocupando los montones de tamo la parte sur del ... (ver texto completo)
Nacho... curioso relato e impresionante memoria, mi recuerdo que sin duda has mejorado, es del polvillo molesto que salía y de merodear por allí masticando cebada o trigo y hacer ""chicle"". El chicharrillo de la merienda no debía de ser para los que no trabajábamos.