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Mensajes enviados por Extramuros:

Continuación.

“Y luego sobrevenga
el juguetón gatillo bullicioso,
y primero medroso
al verte, se retire y se contenga,
y bufe, y se espeluce horrorizado,
y alce el rabo esponjado,
y el espinazo en arco suba al cielo,
y con los pies apenas toque al suelo”. ... (ver texto completo)
El Murciélago Alevoso

Estaba Mirta bella
cierta noche formando en su aposento,
con graciosos talento,
una tierna canción, y porque en ella
satisfacer a Delio meditaba,
que de su fe dudaba,
con vehemente expresión le encarecía
el fuego que en su casto pecho ardía. ... (ver texto completo)
¿No eres tú, mariposa,
el alma de estas sierras solitarias,
de sus barrancos hondos
y de sus cumbres agrias?
Para que tú nacieras,
con su varita mágica
a las tormentas de la piedra, un día,
mandó callar un hada,
y encadenó los montes
para que tú volaras. ... (ver texto completo)
La flor delicada, que apenas existe una aurora,
tal vez largo tiempo al ambiente le deja
su olor...
Mas, ¡ay!, que del alma las flores, que un día
atesora
muriendo marchitas no dejan perfume en
redor.

La luz esplendente del astro fecundo del día
se apaga, y sus huellas aún forman hermoso ... (ver texto completo)
Erase un marinero,
que hizo un jardín junto al mar,
y se metió a jardinero estaba
el jardin en flor,
y el marinero se fue
por esos mares de Dios

A. M
Rosas de cristal son los sueños,
transparentes en su esencia
frágiles en su inocencia.

Todos quieren ser los dueños
de su aroma sin igual,
que mitiga cualquier pena
y vence a cualquier rival.

Rosas de cristal son los sueños ... (ver texto completo)
Por tu amor, oh Dios, ten compasión de mí;
por tu gran ternura, borra mis culpas.
¡Lávame de mi maldad!
¡Limpiame de mi pecado!
Reconozco que he sido rebelde;
mi pecado no me deja ni un instante.
Contra ti he pecado, y sólo contra ti,
haciendo lo que tú condenas.
Por eso tu sentencia es justa;
irreprochable tu juicio. ... (ver texto completo)
Brotecitos germinados
por la luz del sentimiento,
en vuestra sangre palpita
la grandeza de los tiempos.

Vuestros leves cuerpecitos,
pedacitos de universo,
son canciones que se alejan
reflejandose en los ecos.

Niños de todo el mundo,
brotecitos germinados,
reciban mi pensamiento
que se alegra con mi canto;
y allí donde la vida existe
adornada de hermosura,
seréis frutos maduros,
brotecitos del silencio;
miraditas de esperanza
amante luz del futuro
que va alumbrando senderos
y germinando los frutos.

Haced eslabones, niños
con vuestra alma de ilusiones
seguid sembrando la fe
y llenando corazones.

Cambiad por risa la pena,
y cuando el fruto madure,
brotecitos germinados
habréis sembrado el futuro.
C. A. A ... (ver texto completo)
La virgen hilaba,
la dueña dormía,
la rueca giraba
loca de alegría.

¡Cordero divino,
tus blancos vellones
no igualan al lino
de mis ilusiones!
... (ver texto completo)
Fulgores de las auroras
vibraron entre las sombras,
y mundos de tierna paz
se iluminaron a solas.

Y en medio de este silencio
de suaves noches luneras,
brillaron entre las sombras
dos amorosas estrellas.
... (ver texto completo)
Continuación

Fueran como un instante, al pasar, las centurias...
El pecado es el tiempo: las furias y lujurias
son las horas del tiempo que teje nuestra vida
hasta morir. La muerte ya no tiene medida:
es noche, toda noche, o amanecer divino
con aromas de nardo y músicas de trino:
un perfume de gracia y luz ardiente y mística,
eternidad sin horas y ventura eucarística. ... (ver texto completo)
AVE SERAFIN

Bajo la bendición de aquel santo ermitaño
el lobo pace humilde en medio del rebaño,
y la ubre de la loba da su leche al cordero,
y el gusano de luz alumbra el hormiguero,
y hay virtud en la baba que deja el caracol
cuando va entre la hierba con sus cuernos al sol.

La alondra y el milano tienen la misma rama ... (ver texto completo)
BLASON

Soy el cantor de América
autóctono y salvaje;
mi vida tiene un alma,
mi canto un ideal.
Mi verso no se mece
colgado de un ramaje
con un vaivén pausado
de amaca tropical... ... (ver texto completo)
Esta es la bodega, la noble bodega
que guarda en su fondo los vinos aņ ejos
calmante que todos los males sosiega,
locuaz dictadora de sanos consejos
N. A. C
El pálido crepúsculo se pierde
sobre la linfa de la mar dormida
y va volando sobre el agua verde
una gaviota con el ala herida.

La esforzada gaviota no se cansa
de buscar la ciudad desconocida
y vuela como el adios de una esperanza
al caer de una tarde enrrojecida.
... (ver texto completo)
pero extramuros yo creia que vivias en cuenca pero por lo que veo

creo que no quizas nos conocemos
Sí que nos conocemos, pero no vivo en Cuenca
hola extramuros por fin vuelves con tus preciosas poesias

gracias un saludo
he estado en Cuenca por las fiestas y no tenia internet
LA PRIMAVERA

Ya vuelve la primavera:
suene la gaita, ruede la danza,
tiende sobre la pradera
el verde manto de la esperanza.

Sopla caliente la briza,
suena la gaita ruede la danza.
Las nubes pasan a prisa, ... (ver texto completo)
Tengo mucho miedo
de las hojas muertas,
miedo de los prados
llenos de rocío.
Yo voy a dormirme;
si no me despiertas,
dejaré a tu lado mi corazón frió.

¿Qué es eso que suena
muy lejos?
Amor. El viento en las vidrieras,
¡amor mío!

Te puse collares
con gemas de aurora.
¿Por qué me abandonas
en este camino?
Si te vas muy lejos,
mi pájaro llora
y la verde viña
no dará su vino.

¿Qué es eso que suena
muy lejos?
Amor. El viento en las vidrieras,
¡amor mío!

Tú no sabrás nunca,
esfinge de nieve,
lo mucho que yo
te hubiera querido
esas madrugadas
cuando tanto llueve
y en la rama seca
se deshace el nido.

¿Qué es eso que suena
muy lejos?
Amor. El viento en las vidrieras,
¡amor mío!
F. G. L ... (ver texto completo)
Mi manzano
tiene ya sombra y pájaros.
¡Qué brinco da mi sueño
de la luna al viento!
Mi manzano
da a lo verde sus brazos.
Desde marzo, cómo veo
la frente blanca de enero!
Mi manzano...
(viento bajo). ... (ver texto completo)
La hoguera pone al campo de la tarde,
unas astas de ciervo enfurecido.
Todo el valle se tiende. Por sus lomos,
caracolea el vientecillo.

El aire cristaliza bajo el humo.
—Ojo de gato triste y amarillo—.
Yo en mis ojos, paseo por las ramas.
Las ramas se pasean por el río.
... (ver texto completo)
Ante el pálido lienzo de la tarde,
la iglesia, con sus torres afiladas
y el ancho campanario, en cuyos huecos
voltean suavemente las campanas,
alta y sombría, surge.

La estrella es una lágrima
en el azul celeste.
Bajo la estrella clara,
flota, vellón disperso, ... (ver texto completo)
VALS EN LAS RAMAS

Cayó una hoja
y dos
y tres.
Por la luna nadaba un pez.
El agua duerme una hora
y el mar blanco duerme cien.
La dama
estaba muerta en la rama. ... (ver texto completo)
Con la de tus bordados vistosa greca,
tú de nuestras mujeres ciñes los talles,
y el ruisueño Barbieri, Juarranz y Chueca
escriben en tus rosas pasacalles.
Rima con la vervbenas tu seda fina
y tus lindos caireles con la albahaca;
de la réja con flores, eres cortina;
del amorque reposa, eres la hamaca.
De la cruz venerada de mayo hermoso
en las gradas tendidas dejas tus rosas, ... (ver texto completo)
¡Oh bandera triunfante de la alegria!
¡Oh manto de la antigua fiesta española!
¡Oh palio de las juergas de Andalucía!
¡Oh túnica radiante de la manola!
La alegre primavera que en sus tejidos
enredó el arte bello con sus colores
es la red esplendente donde prendidos
van, a fleco por alma, los amadores.
Cuando desde el alzado seno redondo
bajas como un diluvio de flores vivas, ... (ver texto completo)
Empieza el llanto
de la guitarra.
Se rompen las copas
de la madrugada.
Empieza el llanto
de la guitarra.
Es inútil callarla.
Es imposible
callarla.
Llora monótona
como llora el agua,
como llora el viento
sobre la nevada.
Es imposible
callarla.
Llora por cosas
lejanas.
Arena del Sur caliente
que pide camelias blancas.
Llora flecha sin blanco,
la tarde sin mañana,
y el primer pájaro muerto
sobre la rama.
¡Oh, guitarra!
Corazón malherido
por cinco espadas.
F: G. L ... (ver texto completo)
Cuantos guardáis la tímida inocencia
Que a la esperanza y al amor convida;
Los que en el alma la impalpable esencia
De su primer amor lloráis perdida;
Cuantos con dolorosa indiferencia
Vais apurando el cáliz de la vida;
Todos llegad, y bajo el bosque umbrío
Sentid las noches del ardiente Estío.

Las del tirano amor desengañadas, ... (ver texto completo)
Brilla la gota de agua trasparente
Detenida en el polvo de la hoja,
Y tendiendo el crepúsculo su planta,
Del fondo de los valles se levanta.

Corno el ensueño dulce y regalado
Que en la fiebre de amor templa el desvelo,
Vertiendo en nuestro espíritu agitado
La misteriosa esencia del consuelo;
Así por el ambiente reposado, ... (ver texto completo)
Y el eco de su voz, dulce al oído
Más que el tierno arrullar de la paloma,
Por el monte y el valle repetido,
Tristes, confusas vibraciones toma;
Y en las ondas del aire suspendido
Se escapa al fin por la quebrada loma,
Y sin que el aura devolverlo pueda,
Todo en reposo y en silencio queda.

Mudas están las fuentes y las aves; ... (ver texto completo)
Sobre los montes que cercando toca
La niebla tiende su bordado encaje;
Desde el peñón de la desierta roca
Lánzase audaz el águila salvaje;
El seco vientecillo que sofoca
Cubre de polvo el pálido follaje;
Y por el monte y por la vega umbría
Crece el calor y se derrama el día.

Y en el árido ambiente se dilata ... (ver texto completo)
El estío
Mayo recoge el virginal tesoro
Desciñe Flora su gentil guirnalda
La sombra busca el manantial sonoro;
Del alto monte en la risueña falda;
Campos son ya de púrpura y de oro
Los que fueron de rosa y esmeralda;
Y apenas riza su corriente el río
A los primeros soplos del Estío.
... (ver texto completo)
¿Cómo te llamaré para que entiendas
que me dirijo a ti ¡dulce amor mío!
cuando lleguen al mundo las ofrendas
que desde oculta soledad te envío?...

A ti, sin nombre para mí en la tierra
¿cómo te llamaré con aquel nombre,
tan claro, que no pueda ningún hombre
confundirlo, al cruzar por esta sierra?
... (ver texto completo)
LA TEMPESTAD

¿Qué quieren esas nubes que con furor se agrupan

del aire transparente por la región azul?

¿Qué quieren cuando el paso de su vacío ocupan

del cenit suspendiendo su tenebroso tul?

¿Qué instinto las arrastra? ¿Qué esencia las mantiene?

¿Con qué secreto impulso por el espacio van?

¿Qué ser velado en ellas atravesando viene

las cóncavas llanuras que sin lumbrera están?

¡Cuán rápidas se agolpan! ¡Cuán ruedan y se ensanchan,

y al firmamento trepan en lóbrego montón,

y el puro azul alegre del firmamento manchan

sus misteriosos grupos en torva confusión!

Resbalan lentamente por cima de los montes;

avanzan en silencio sobre el rugiente mar;

los huecos oscurecen de entrambos horizontes;

el orbe y las tinieblas bajo ellas va a quedar.

La luna huyó al mirarlas; huyeron las estrellas;

su claridad escasa la inmensidad sorbió;

ya reinan solamente por los espacios ellas,

doquier se ven tinieblas, mas firmamento no...

¡Señor, yo te conozco! La noche azul, serena,

me dice desde lejos: “Tu Dios se esconde allí”;

pero la noche oscura, la de nublados llena,

me dice más pujante: “Tu Dios se acerca a ti”.

Conozco, sí, tu sombra que pasa sin colores

detrás de esos nublados que bogan en tropel;

conozco en esos grupos de lóbregos vapores

los pálidos fantasmas, los sueños de Daniel.

Tu espíritu infinito resbala ante mis ojos,

aunque mi vista impura tu aparición no ve;

mi alma se estremece, y ante tu faz de hinojos

te adora en esas nubes mi solitaria fe.

J. Z. ... (ver texto completo)
De la Virgen sin par, santa y bendita
(digo, de sus loores), justamente
haces el rico, sin igual presente
a la sin par cristiana Margarita.

Dándole, quedas rico, y queda escrita
tu fama en hojas de metal luciente,
que, a despecho y pesar del diligente
tiempo, será en sus fines infinita:
... (ver texto completo)
Sensación de madrugada

Hoy la luna persiste y se viste
de un oro que el día le envía.
Alba equívoca: Yo no diría
lo que tiene de agudo y de triste.

Mi alma hace un alto en el salto
que proyectan, esquivos los chivos
desde el gris de unos vagos olivos ... (ver texto completo)
De la red y del hilado
hemos de tomar, señora,
que echáis de vos en un hora
todo el trabajo pasado;

y si el vuestro se ha de dar
a los que se pasearen,
lo que por vos trabajaren
¿dónde lo pensáis echar?

G. V ... (ver texto completo)
Si a vuestra voluntad yo soy de cera,
y por sol tengo sólo vuestra vista,
la cual a quien no inflama, o no conquista
con su mirar, es de sentido fuera;

de do viene una cosa, que si fuera
menos veces de mí probada y vista,
según parece que a razón resista,
a mi sentido mismo no creyera,
... (ver texto completo)
A la entrada de un valle, en un desierto,
do nadie atravesaba, ni se vía,
vi que con extrañeza un can hacía
extremos de dolor con desconcierto;

ahora suelta el llanto al cielo abierto,
ora va rastreando por la vía;
camina, vuelve, para, y todavía
quedaba desmayado como muerto.
... (ver texto completo)
Dame, Señor, la firme voluntad,
compañera y sostén de la virtud;
la que sabe en el golfo hallar quietud
y, en medio de las sombras, claridad;

la que trueca en tesón la veleidad,
y el ocio en perennal solicitud,
y las ásperas fiebres en salud,
y los torpes engaños en verdad.
Y así conseguirá mi corazón ... (ver texto completo)
¡Verdes jardinillos,
claras plazoletas,
fuente verdinosa
donde el agua sueña,
donde el agua muda
resbala en la piedra!...

Las hojas de un verde
mustio, casi negras
de la acacia, el viento ... (ver texto completo)
Un soneto me manda hacer Violante,
que en mi vida me he visto en tanto aprieto;
catorce versos dicen que es soneto,
burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante
y estoy a la mitad de otro cuarteto,
mas si me veo en el primer terceto,
no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando,
y parece que entré con pie derecho
pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo y aun sospecho
que voy los trece versos acabando:
contad si son catorce y está hecho

L. V ... (ver texto completo)
Blando céfiro mueve sus alas
Empapadas de fresco rocío...
Dulce alondra se atreve a turbar...
De la noche el alcázar sombrío
Las estrellas, cual sueños, se borran...
Sólo brilla magnifica una...
¡Es el astro del alba! La luna
Ya desciende, durmiéndose, al mar.

Amanece: en la raya del cielo ... (ver texto completo)
La fuga de la tórtola

¡Tórtola mía! Sin estar presa
hecha a mi cama y hecha a mi mesa,
a un beso ahora y otro después,
¿por qué te has ido? ¿Qué fuga es ésa,
cimarronzuela de rojos pies?

¿Ver hojas verdes sólo te incita?
¿El fresco arroyo tu pico invita?
¿Te llama el aire que susurró?
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
que al monte ha ido y allá quedó!

Oye mi ruego, que el miedo exhala.
¿De qué te sirve batir el ala,
si te amenazan con muerte igual
la astuta liga, la ardiente bala,
y el cauto jubo del manigual?

Pero ¡ay! Tu fuga ya me acredita
que ansías ser libre, pasión bendita
que aunque la llore la apruebo yo.
¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
que al monte ha ido y allá quedó!

Si ya no vuelves, ¿a quién confío
mi amor oculto, mi desvarío,
mis ilusiones que vierten miel,
cuando me quede mirando al río,
y a la alta luna que brilla en él?

Inconsolable, triste y marchita,
me iré muriendo, pues en mi cuita
mi confidenta me abandonó.

¡Ay de mi tórtola, mi tortolita,
que al monte ha ido y allá quedó!

J. J. M. ... (ver texto completo)
. Cantarcillo

Ruiseñor que volando vas,
cantando finezas, cantando favores,
¡oh, cuánta pena y envidia me das!
Pero no, que si hoy cantas amores,
tú tendrás celos y tú llorarás.
¡Qué alegre y desvanecido
cantas, dulce ruiseñor,
las aventuras de tu amor
olvidado de tu olvido!
En ti, de ti entretenido
al ver cuán ufano estás,
¡oh, cuánta envidia me das
publicando tus favores!
Pero no, que si hoy cantas amores,
tú tendrás celos y tú lloraras.
P. C. B ... (ver texto completo)
TRISTEZAS

Cuando recuerdo la piedad sincera
con que en mi edad primera
entraba en nuestra viejas catedrales,
donde postrado ante la cruz de hinojos
alzaba a Dios mis ojos
soñando en las venturas celestiales;

hoy que mi frente atónito golpeo, ... (ver texto completo)
Días blancos de primavera

Días blancos de primavera,
despertar con el verde que brotó,
ya viene el perfume a darte un soplo veloz.
Días blancos de primavera,
este azul va a llevarse tu dolor
más lejos que el frío, a algún helado rincón.

Días sin paz, ya no habrá más días sin paz, ... (ver texto completo)
Las Frutas De Cuba

Más suave que la pera
en Cuba es la gratísima guayaba,
al gusto lisonjera,
y la que en dulce todo el mundo alaba,
cuya planta exquisita
divierte el hambre y áun la sed limita.
El marañon fragante,
más grato que la guinda si madura, ... (ver texto completo)
En el jardín de su casa
un árbol plantó el abuelo
su tronco es de chocolate
sus hojas son caramelos.
Las flores son de azúcar
las frutas son chupetines
por eso siempre está
rodeado de chiquilines
La fuente es una torta
todita de dulce de leche ... (ver texto completo)
De frutas y verduras

Está un puesto en el mercado
Con prestigio y seriedad
Es de frutas y verduras
De muy buena calidad,
Ahí se encuentra de todo
Porque tiene variedad.

Tiene papas y cilantro, ... (ver texto completo)
Érase una viejecita
sin nadita que comer,
sino carnes, frutas, dulces,
tortas, huevos, pan y pez.

Bebía caldo, chocolate,
leche, vino, té y café,
y la pobre no encontraba
qué comer ni qué beber.
... (ver texto completo)