Semejante propuesta conmovió a la princesa, y decidió aceptar.
- Acepto la propuesta, es tu oportunidad. Si consigues hacerlo, me desposarás.
Fueron pasando los días y el campesino permaneció abajo de su ventana, soportando lluvias, viento, nieve y el inclemente sol. Todo iba bien para el campesino, incluso algunos hacían sus apuestas sobre si lo lograría o se rendiría.
- Acepto la propuesta, es tu oportunidad. Si consigues hacerlo, me desposarás.
Fueron pasando los días y el campesino permaneció abajo de su ventana, soportando lluvias, viento, nieve y el inclemente sol. Todo iba bien para el campesino, incluso algunos hacían sus apuestas sobre si lo lograría o se rendiría.
Llegó el día 99 y todos los habitantes estaba animando al próximo rey. Todos muy contentos. Cuando faltaba una hora para cumplir lo prometido, el campesino decidió lenvantarse y sin explicación alguna se alejó del lugar.
Un par de semanas mas tarde, se encontró con un poblador que con mucha curiosidad le preguntó: ¿Por qué te retiraste faltando tan poco tiempo? ¿Que te ocurrió?. El campesino, bastante triste, le respondió:
- La princesa no me ahorró ni un día, ni si quiera una hora de sufrimiento. No merecía mi amor.
Moraleja: Podemos estar dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos por alguien mas, como una prueba de amor. Merecemos al menos una palabra de aliento y/o comprensión. Las personas deben hacerse merecer todo ese amor que se les ofrece. ... (ver texto completo)
Un par de semanas mas tarde, se encontró con un poblador que con mucha curiosidad le preguntó: ¿Por qué te retiraste faltando tan poco tiempo? ¿Que te ocurrió?. El campesino, bastante triste, le respondió:
- La princesa no me ahorró ni un día, ni si quiera una hora de sufrimiento. No merecía mi amor.
Moraleja: Podemos estar dispuestos a dar lo mejor de nosotros mismos por alguien mas, como una prueba de amor. Merecemos al menos una palabra de aliento y/o comprensión. Las personas deben hacerse merecer todo ese amor que se les ofrece. ... (ver texto completo)