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Mensajes enviados por acuario:

Debió ser un mordisco sandunguero
porque el perro gruñó muy lastimero,
flojó los dientes, escurrióse el bicho
y cojo y todo se metió en su nicho.
A casita, Coral, que el sol se pone
y es posible que el morro se te encone.
Te doy mi enhorabuena más cumplida
por la dulce caricia recibida,
y me alegra en el alma, buen amigo,
de ver, tras tu pecado, tu castigo.
¿Confunden todavía tus narices
los lagartos con liebres y perdices?
Lo mismo que un ratón que ha visto al gato,
salió azarado el bicharraco chato,
y el perro se lanzó tras él más listo
que el gato hambriento que al ratón ha visto.
A cambio de un mordisco en una mano,
diole el perro un zarpazo soberano,
echóle el diente y el reptil arisco
le atizó en el hocico el gran mordisco.
Debió ser un mordisco sandunguero
porque el perro gruñó muy lastimero,
flojó los dientes, escurrióse el bicho
y cojo y todo se metió en su nicho.
¡Oh vergüenza! ¡Oh dolor! ¡Oh triste chasco!
En lugar de salir de entre el carrasco
una liebre a saltar de mata en mata,
salió un lagarto de cabeza chata,
lomo verdoso, vivarachos ojos
y blanca panza con puntitos rojos.
Lo mismo que un ratón que ha visto al gato,
salió azarado el bicharraco chato,
y el perro se lanzó tras él más listo
que el gato hambriento que al ratón ha visto.
A cambio de un mordisco en una mano,
diole el perro un zarpazo soberano,
echóle el diente y el reptil arisco
le atizó en el hocico el gran mordisco.
Del prado Verdinal, junto a la esquina,
en una carrasquera chiquitina,
de nuevo el perro se quedó parado
y púseme en seguida yo a su lado,
dispuesto a fusilar lo que saliera
de aquella miserable carrasquera.
Yo, por más que miré nada veía,
pero el perro la muestra no rompía;
y ante fijeza tal y tal postura,
me dije para mí: ¡liebre segura! ... (ver texto completo)
¡Oh vergüenza! ¡Oh dolor! ¡Oh triste chasco!
En lugar de salir de entre el carrasco
una liebre a saltar de mata en mata,
salió un lagarto de cabeza chata,
lomo verdoso, vivarachos ojos
y blanca panza con puntitos rojos.
Le di media docena de primera,
mimé a los galgos para que él lo viera,
fumé un cigarrillo, descansé un poquito
¡y adelante otra vez, que es tardecito!
Del prado Verdinal, junto a la esquina,
en una carrasquera chiquitina,
de nuevo el perro se quedó parado
y púseme en seguida yo a su lado,
dispuesto a fusilar lo que saliera
de aquella miserable carrasquera.
Yo, por más que miré nada veía,
pero el perro la muestra no rompía;
y ante fijeza tal y tal postura,
me dije para mí: ¡liebre segura! ... (ver texto completo)
El perro regresó triste y arisco
y sentóse a la sombra de un torvisco;
yo no quise ni hablarle de perdices,
ni siquiera enseñarle mis narices,
¡Al que no se hace bueno con sermones,
se le obliga a ser bueno a pescozones!
Le di media docena de primera,
mimé a los galgos para que él lo viera,
fumé un cigarrillo, descansé un poquito
¡y adelante otra vez, que es tardecito!
Así iba yo pensando tristemente
cuando el perro se para y, de repente,
cerro arriba arrancó como un venablo,
¡como alma de ladrón que lleva el diablo!
¿Serán conejos o serán perdices
lo que van venteando sus narices?
- ¡Coralito -le dije-, espera un poco!
¡Espérame, Coral, y no seas loco!
¡Ven aquí, Coralón, no me impacientes!
¡Coralazo, gandul, así revientes! ... (ver texto completo)
El perro regresó triste y arisco
y sentóse a la sombra de un torvisco;
yo no quise ni hablarle de perdices,
ni siquiera enseñarle mis narices,
¡Al que no se hace bueno con sermones,
se le obliga a ser bueno a pescozones!
Si echa una pieza y se la tiro, y cae,
y sabe obedecerme, y me la trae,
- ¡me acabé de lucir, Coral querido!-
tendré que confesar que te he ofendido
y que tienes un amo muy ligero,
calumniador, injusto y embustero.
Así iba yo pensando tristemente
cuando el perro se para y, de repente,
cerro arriba arrancó como un venablo,
¡como alma de ladrón que lleva el diablo!
¿Serán conejos o serán perdices
lo que van venteando sus narices?
- ¡Coralito -le dije-, espera un poco!
¡Espérame, Coral, y no seas loco!
¡Ven aquí, Coralón, no me impacientes!
¡Coralazo, gandul, así revientes!
Y gritando y corriendo tras el perro,
por la cuesta más áspera del cerro
se me fueron los pies por un peñasco,
y de cara caí sobre un carrasco.
Sin respirar me levanté ligero,
recogí la escopeta y el sombrero
y rascándome un poco las narices,
de nuevo eché a correr tras las perdices.
¡Todo fue inútil! El gandul del perro,
las echó hacia la cúspide del cerro,
y viéndolas volar quedé parado
con la boca entreabierta y atontado.
Además de quedarme sin perdices,
pude también quedarme sin narices.
Se redujo la cosa a un arañazo,
un pequeño chichón y un buen zarpazo;
pero, aun librando bien, aquel que quiera
saber lo que es caer de esa manera,
¡que se deje rodar por un peñasco
y se caiga de cara en un carrasco!

*** ... (ver texto completo)
Cuando entramos ayer en cazadero,
cazaba con tal calma y tal salero
que me obligó a pensar subiendo al cerro:
¿Si habré sido yo ingrato con el perro?
¿Si al juzgarle me habré yo equivocado
y le habré injustamente calumniado?
Ese modo de andar, esa cachaza,
esas posturas de excelente traza,
esa dilatación de las narices
que acaso ya ventean las perdices, ... (ver texto completo)
Si echa una pieza y se la tiro, y cae,
y sabe obedecerme, y me la trae,
- ¡me acabé de lucir, Coral querido!-
tendré que confesar que te he ofendido
y que tienes un amo muy ligero,
calumniador, injusto y embustero.
Pues, como iba diciendo, fuime al cerro
y me llevé los galgos con el perro
a ver si este gandul se enmienda algo
yendo a mi lado y entre galgo y galgo.
¡Como no lo reviente o lo deslome,
a este perro cerril no hay quien lo dome!
¡Y menos mal que ha demostrado, al menos,
que tiene vientos, pero vientos buenos!
Mas es un bruto que, en oliendo caza,
pierde el juicio, el respeto y la cachaza.
Cuando entramos ayer en cazadero,
cazaba con tal calma y tal salero
que me obligó a pensar subiendo al cerro:
¿Si habré sido yo ingrato con el perro?
¿Si al juzgarle me habré yo equivocado
y le habré injustamente calumniado?
Ese modo de andar, esa cachaza,
esas posturas de excelente traza,
esa dilatación de las narices
que acaso ya ventean las perdices,
ese cuello tendido hacia adelante,
esa mirada vaga, chispeante,
y ese modo de alzar su gran cabeza
buscando el viento de la oculta pieza,
son indicios, al menos, de que el perro
sabe que está cazando en este cerro. ... (ver texto completo)
Por ver si muda de conducta y traza
llevélo ayer a Peñalniño a caza.
Peñalniño es un cerro alto, gigante,
al cerro de la Cruz muy semejante:
pero está más tendido, es más bajito,
más abundante en caza y más bonito.
¡Hasta estos pedacitos de la sierra
son aquí más bonitos que en tu tierra!
Pues, como iba diciendo, fuime al cerro
y me llevé los galgos con el perro
a ver si este gandul se enmienda algo
yendo a mi lado y entre galgo y galgo.
¡Como no lo reviente o lo deslome,
a este perro cerril no hay quien lo dome!
¡Y menos mal que ha demostrado, al menos,
que tiene vientos, pero vientos buenos!
Mas es un bruto que, en oliendo caza,
pierde el juicio, el respeto y la cachaza.
Mal educado estaba el gran Coral,
pero ya no está mal; está muy mal.
Ya no come las piezas que levanta,
pero hace algo peor: me las espanta.
¡A este perro cerril no hay quien lo dome!
La caza que le mates, se la come,
y si piezas de caza no le matas,
se dedica a cazar grillos y ratas.
Por ver si muda de conducta y traza
llevélo ayer a Peñalniño a caza.
Peñalniño es un cerro alto, gigante,
al cerro de la Cruz muy semejante:
pero está más tendido, es más bajito,
más abundante en caza y más bonito.
¡Hasta estos pedacitos de la sierra
son aquí más bonitos que en tu tierra!
Y seguimos cazando
tranquilamente
por la falda suave
de la pendiente.
De pronto, salen juntas
cuatro perdices,
que a poco no se posan
en mis narices;
apunté a la primera,
llamé la llave ... (ver texto completo)
Mal educado estaba el gran Coral,
pero ya no está mal; está muy mal.
Ya no come las piezas que levanta,
pero hace algo peor: me las espanta.
¡A este perro cerril no hay quien lo dome!
La caza que le mates, se la come,
y si piezas de caza no le matas,
se dedica a cazar grillos y ratas.
En el mismo momento
de estar hablando
una tórtola cerca
pasó volando.
La tiré como quise,
rompíla un ala
y cayó redondita
como una bala.
Lanzóse encima el perro
medio aturdido, ... (ver texto completo)
Y seguimos cazando
tranquilamente
por la falda suave
de la pendiente.
De pronto, salen juntas
cuatro perdices,
que a poco no se posan
en mis narices;
apunté a la primera,
llamé la llave
y cayó como un trapo
la pobre ave.
El Coral, más ligero
que una centella,
de cuatro o cinco saltos
se echó sobre ella.
Yo ya no me entretuve
con más llamadas
y llegué donde el perro
de tres zancadas.
¡Yo no he visto en mi vida
perro más bruto!
Si llego a entretenerme
medio minuto,
no tengo ni el consuelo
de ver la huella
del cuerpo de la hermosa
perdiz aquella.
¡Gracias a que el muy bruto
se la quería
tragar de un par de golpes
y no podía!
Lo cogí, lleno de ira,
de una orejaza,
le metí la escopeta
por la bocaza,
y así pude arrancarle
de los dientazos
la perdiz destrozada
casi en pedazos.
Pareciéndome aquello
castigo chico,
le pegué diez cachetes
en el hocico,
le puse a las narices
la perdiz muerta
y le dije indignado:
« ¡Boca de espuerta!
El buen perro no come
pieza que cobra.
Di: ¿no tienes en casa
pan que te sobra?

Traga-buches, infame,
mal educado,
¿sabes que mis sermones
te han reformado?
No te mato ahora mismo
de un estacazo
porque soy menos bruto
que tú, brutazo;
mas como mi consejo
no te aproveche,
yo le diré al tío Pincos
que te escabeche.
Si vivir siempre a gusto
conmigo quieres,
medita, Coralito,
lo bruto que eres,
y si es que tu torpeza
no tiene cura
le encargaré al tío Pincos
la sepultura.
Vámonos hoy a casa.
Yo te perdono
y no quiero guardarte
rencor ni encono.
Solamente hoy te impongo
como castigo,
contarle tus hazañas
a un buen amigo
que también tiene un perro
tocayo tuyo,
solo que tú no llegas
a donde el suyo.
¿Quieres saber la causa?
Pues te la digo:
¡Es... que tú eres más bruto
que el de mi amigo!»

*** ... (ver texto completo)
¡Vaya una mañanita
la tal mañana!
¡Vaya un olor a heno
y a mejorana!
Mi perro retozaba
como un ternero.
¡Es el perro más bruto
del mundo entero!
«Vamos, Coral -le dije-,
basta de bromas ... (ver texto completo)
En el mismo momento
de estar hablando
una tórtola cerca
pasó volando.
La tiré como quise,
rompíla un ala
y cayó redondita
como una bala.
Lanzóse encima el perro
medio aturdido,
le llamé quince veces
a grito herido
y no le dio la gana
de respetarme,
ni de dejar la tórtola,
ni de escucharme.
Cuando yo fui corriendo
donde él estaba,
de la tórtola herida
sólo quedaba
una pluma de un ala,
la cabecita,
y dos o tres dedillos
de una patita.
Y el bárbaro del perro
vuelta a mirarme,
y hasta alzó las manazas
para halagarme.
Quise ahogarle allí mismo,
mas tuve calma
y le dije muy serio:
«Coral del alma,
como eres tan brutazo,
tú habrás creído
que has hecho ya dos gracias;
¡pues no, querido!
Has hecho dos gansadas
de las peores
que pueden hacer perros
de cazadores.
¡U obedeces a ciegas
si yo te miro,
o antes de diez minutos
te pego un tiro!»

*** ... (ver texto completo)
¡Qué mañanita hacía
tan deliciosa!
¡Qué brisa la del monte
tan olorosa!
¡Qué aurora tan radiante!,
¡qué algarabía
de pájaros cantores
la que se oía!
Henchía los pulmones
un airecillo ... (ver texto completo)
¡Vaya una mañanita
la tal mañana!
¡Vaya un olor a heno
y a mejorana!
Mi perro retozaba
como un ternero.
¡Es el perro más bruto
del mundo entero!
«Vamos, Coral -le dije-,
basta de bromas
y echemos una mano
por estas lomas.
Si tienes buenos vientos
y me obedeces
yo te he de dar el premio
que te mereces;
pero si eres muy loco,
si eres muy malo,
te daré pocos mimos
y mucho palo.
Cuando caiga una pieza,
vas a buscarla,
y la traes en la boca
sin destrozarla.
No hagas barbaridades
sin ton ni fruto,
mira que tienes pinta
de ser muy bruto,
y si me armas alguna
por ser violento,
te pego una paliza
que te reviento.»
El perro me miraba
como un idiota,
sin menear siquiera
la cabezota;
yo seguí mis sermones,
mas de repente
levantó una pataza
tranquilamente,
y ante mis propias barbas
hizo una cosa
poco limpia y muy poco
respetuosa.
Al empezar la mano,
junto al camino,
vi posada una alondra
sobre un espino;
la tiré; cayó muerta
y a escape el perro
la apresó en sus enormes
dientes de hierro.
¡No le duró en la boca
medio minuto!
¡Yo no he visto en mi vida
perro más bruto!
Se tragó el pajarillo
más fácilmente
que se traga una píldora
Pé de la Fuente.
Y mientras yo, furioso,
le reprendía,
me miraba el imbécil
y se lamía.
« ¡Tragaldabas, idiota,
-le dije al punto-:
si la hazaña repites,
te descoyunto!
¡Si vuelves a las mismas
hoy mismo mueres!
¡Tragaldabas, idiota!
¡Qué bruto eres!»

*** ... (ver texto completo)
LAS HAZAÑAS DE «Coral»

(A mi compañero de caza don J. de la F. A.)

Con la canana llena
de municiones,
y el morral atestado
de provisiones,
la escopeta brillante
como unas ascuas, ... (ver texto completo)
¡Qué mañanita hacía
tan deliciosa!
¡Qué brisa la del monte
tan olorosa!
¡Qué aurora tan radiante!,
¡qué algarabía
de pájaros cantores
la que se oía!
Henchía los pulmones
un airecillo ... (ver texto completo)
LAS HAZAÑAS DE «Coral»

(A mi compañero de caza don J. de la F. A.)

Con la canana llena
de municiones,
y el morral atestado
de provisiones,
la escopeta brillante
como unas ascuas, ... (ver texto completo)
Esta es más desenfadada
Dan ganas de llorar
A si es me gusto mucho, lo malo que es muy largo. y como me estan quitando mensajes cada dia, y no lo entiendo, jaajja quise poner en cada pueblo un trozo de este poema,
yo tampoco lo entiendo, terminaremos por no escribir ni visitar los pueblos., pero que te los quitan porque si..... no entiendo nada
Gracias Teo, buena noche para ti también
A si es pero es tal larga, que la puse por casi todos los pueblos jaajaj

José María Gabriel y Galán

EL AMA
es preciosa y la DEL VAQUERILLO
Buenas noches Acuario
Yo tambien, ya viste que de gente se paso a visitar el pueblo
Una gran propaganda van a muy bien su famoso vino del Campo de Borja
Para aquellos que hacen la guerra.
Para aquellos que viven pecando.
Para aquellos nos maltratan.
Para aquellos que nos contagian.
Para aquellos que se quejan tanto.
Para aquellos que solo critican.
Para aquellos que usan las armas.
Para aquellos que nos contaminan.
Buena noche, salud y felicidad
Buenas noches Victoria, aquí esta esta noche que hace frío ahora van a hacer los fuegos artificiales, y como los tiran al lado de mi casa veo a la gente todos con chaquetas así que esta noche si Dios quiere voy a dormir de maravilla, pero eso si encima de la cama por que esta metido el calor en los pisos que parecen un horno, pasa buena noche y gracias por esos buenos deseos hacia nosotros,
un abrazo y hasta mañana si Dios quiere
Parece de Gabriel y Galán, es muy bonita.
Buenas noches, guapa
yo estoy a favor de la restauradora de Borja, jajajaj
Escuché una risa conocida
Alguien me llamaba y eras tú
Nuestros corazones no olvidaron
Los sueños de la alegre juventud
Pero encadenados a la vida
Pudimos conocer la realidad
A veces nos veíamos de nuevo
Volviendo con nostalgia a recordar
Cariños para todos
Buenas noches
Buenos días Caty, te digo lo mismo, aprovecha, el invierno tardará en llegar nada, lo que dure el otoño que no suele ser bueno, lo que necesitamos es agua del cielo.
Victoria, algo se nota por la mañana
pasa buen fin de semana y disfruta mucho
¿Que grandeza? hay adritudes, que a algunos que tenemos edad no nos sorprenden, por haber vivido y en gran número durante demasaiados años: algunos hasta tenemos tristes recuerdos, de imposiciones o el empeño de amordazar lenguas.
Yo tenía 20 años cuando alguien dijo lo que yo pensé... y no valieron excusas. ambos hubímos pecado, según las reglas vigentes. desde aquel día me llamo como me llamo y por cierto no es para olvidar el disgusto, que por cierto me hizo mas rebelde.
Unos hechos sucedidos ... (ver texto completo)
Tienes razón, no hay grandeza, sólo hay deteroro humano y democrático, van a canonizar a Ruiz Mateos. En otro foro he leído un poema tuyo precioso que empieza así:

SI TE CALLAS
Si te callas amor, si te callas
prestame de tus ojos su mirada.

Nos gustaría tenerlo aquí, muchas gracias.
La vida no es fácil, para ninguno de nosotros. Pero... ¡Qué importa! Hay que perseverar y, sobre todo, tener confianza en uno mismo. Hay que sentirse dotado para realizar alguna cosa y que esa cosa hay que alcanzarla, cueste lo que cueste.

Marie Curie
La confianza sólo se pierde una vez.

Nicolae Iorga
Yo estoy resuelto a luchar contra todo y contra todos sin más baluarte que la confianza y el apoyo de mi pueblo.

Emiliano Zapata
Se debe tener confianza en uno mismo y esa confianza debe estar basada en la realidad.

Bobby Fischer
Tengo una gran fe en los tontos; confianza en si mismo lo llaman mis amigos.

Edgar Allan Poe
El que no cree en si mismo miente siempre.

Friedrich Nietzsche
La confianza no es otra cosa que confianza.

José Víctor Martínez Gil
La confianza en sí mismo es el requisito para las grandes conquistas.

Ben Jonson
Raramente confiaremos en alguien que es mejor que nosotros.

Albert Camus
Confiamos porque somos precavidos.

Epicteto
Generalmente ganamos la confianza de aquéllos en quienes ponemos la nuestra.

Tito Livio
La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito.

Ralph Waldo Emerson
El hombre está dispuesto siempre a negar todo aquello que no comprende.
Blaise Pascal
Las grandes almas tienen voluntades; las débiles tan solo deseos.
Proverbio chino