En la
calle del Perro del
Casco Viejo encontramos uno de los símbolos de la Villa, una de esas paradas que no pueden faltar en cualquier tour turístico por
Bilbao que se precie. En ella nos esperan tres leones que nos invitan a beber
agua de sus bocas, y eso solo puede significar una cosa, que estamos ante la denominada «
fuente del perro», o txakurraren iturria.
Has leído bien, las figuras que decoran sus surtidores son leones, pero se llama la fuente del perro. Aquí debería comenzar una
historia que explicase el origen del nombre de esta emblemática fuente, pero en realidad son dos las leyendas que tratan de justificarlo, así que os dejamos juzgar a vosotros.
La primera, y la más extendida, cuenta que esta fuente construida en el año 1800 se llama así porque la población bilbaína jamás había visto un
león y, por lo tanto, no sabían qué era aquello ante lo que se encontraban. Debido a esta falta de
información, y siguiendo la lógica, se determinó que los animales representados en las figuras eran perros, por lo que se
bautizó como «la fuente del perro».