Una mentira bien orquestada. Einstein jamás pisó el hotel Carlton. Dan pena, BILBAO

La verdad es esta y cualquiera puede cotejarla si ama la verdad y los primeros los propietarios del Hotel donde no existe ni una foto ni su firma.

He estado alojado del 9 al 10 de este mes en el hotel y es muy bueno, pero quisiera señalar el error repetido de que Albert Einstein se alojó allí, entre otras cosas porque jamás dio una conferencia en Bilbao. Estuvo de paso en el Cap Polonio, de 20.600 toneladas, en el que viajaba. El vapor que, procedente de Hamburgo, había hecho su primera escala en Boulogne sur Mer, fondeó en el puerto exterior del estuario vizcaíno del Abra
el domingo 8 de marzo de 1925 y anota en su diario: «Primera vez que brilla el sol. Alrededor de las 11h
nos acercamos a Bilbao. Mar turquesa, orilla con colinas, primero plateada luego
bajo un sol resplandeciente» [EINSTEIN, 1925a,
El comité de recepción que esperaba para cumplimentar al científico estaba formado por el secretario de la Comandancia de Marina de Bilbao, Ramón Rodríguez
de Trujillo, el cónsul de la República Argentina en aquella ciudad, Sr. Etcheverry, y
los señores Edmundo Couto y Joaquín de Arisqueta. Según la prensa bilbaína, con
el primero de ellos «el profesor Einstein sostuvo larga y animada conversación sobre
los profundos temas de la teoría de la relatividad» [LA GACETA DEL NORTE, 10
de marzo, 1925] [EL PUEBLO VASCO, 10 de marzo, 1925]. La presencia de Etcheverry se supone meramente protocolaria y sugerida por el destino final del célebre viajero. Edmundo Couto representaba a la casa consignataria de la Compañía Hamburguesa Sudamericana en Bilbao, propietaria del vapor de gran lujo en el que via-jaba el catedrático de Berlín y que cubría una línea anunciada como «extra rápida»
hasta Buenos Aires. Arisqueta era ingeniero de minas y cerraba el equipo de bienvenida como representante del sector minero, uno de los principales tractores de la
economía vizcaína, aunque ya en franco declive, y también como portavoz del grupo
profesional con mayor formación científico-técnica de la provincia. El físico no se
sintió intimidado, a juzgar por lo recogido en su diario [EINSTEIN, 1925a, p. 2]:
Muchos curiosos subieron al barco. Españoles curiosos, no cansados o presuntuosos, infantiles, seguros de sí mismos, las mujeres con pelo, ojos negros y pañuelos enlazados en la cabeza. Disfruté del
sol agradecido, arriba del todo.

Aquel día las temperaturas en la zona fueron suaves, y hubo quien aprovechó la
escala para desembarcar y visitar la zona costera. Un grupo más numeroso de pasajeros, entre los cuales no se encontraba Einstein, decidió pasar la mañana en Bilbao.
Pasearon en taxi y degustaron la cocina local en los restaurantes de la capital, encontrándose con numerosos problemas a la hora de intentar cambiar moneda extranje-
ra [LA TARDE, 9 de marzo, 1925].
A pesar de que en Madrid se afirmó que Einstein fue «cumplimentadísimo»
[ABC, 10 de marzo, 1925], los diarios vespertinos bilbaínos lamentaban que su presencia no hubiera sido conocida de antemano, «pues seguramente hubiese recibido
de los intelectuales bilbaínos el merecido homenaje» [EL NERVIÓN, 9 de marzo,
1925]. Por la tarde el buque de más de doscientos metros de eslora partió rumbo a
Vigo, donde llegó al día siguiente [EINSTEIN, 1925a, p. 3]:
Casi todo el día al sol. Por la mañana desembarque en Coruña, por la tarde en Vigo, bahía rodeada de islas montañosas.
(9 de Septiembre de 2017)
Pasan los meses y en las páginas webs del hotel ni se inmutan.. me empiezo a preguntar sobre la poca dignidad de sus gestores y el silencio cómplice del Ayuntamiento... asco!
Espero. Que lo hagan o yo mismo presentó una denuncia. BILBAO NO SE MERECE esta infamia
Es humillante para una gran ciudad que no retiren la mentira que es un delito legal y moral