BARAKALDO FUE SU LUGAR Y UN POCO EL MIO
Hace muchos años, cuando yo tenía muy pocos años en mi infancia, para andar camino de la Escuela de mi Villa, empecé día a día a escuchar que una familia trans otra se marchaban a Baracaldo, así se escribía en aquellos años, y las cartas venían muchas de allí, incluso los giros para poder subsistir algunas familias, cómo la mayoría de esas familias que tenían emigrantes por todo el mundo, Aunque Barakaldo fuera una meta para la mayoría de aquellas personas jovenes que allí fue su destino, Ya hubo personas que en el principio del siglo XX, se habían marchado a trabajar en las minas de Ortuella, Como todas las familias trabajadoras de mi Villa, teníamos ahí en Barakaldo familiares, Fueron tiempos difíciles, donde la economía no era nada fácil, y el único camino era marchar a Vascongadas, donde la mayoría dejo sus vidas y sus cenizas, Ahora recuerdo cuando algún joven comentaba que se marchaba, muchos de aquellos seres humanos no volvieron nunca más a su tierra de nacimiento, su memoria les decía que era un lugar para olvidar, y fue Barakaldo todo su mundo, donde algunos hicieron su forma de vida mucho más fácil, y sus descendientes no les llamaba la atención el visitar la tierra donde sus padres lo pasaron tan mal, Cada vez que he pisado Barakaldo, me he sentido un poco emigrante a ese lugar, viendo y conociendo a personas que no quisieron regresar nunca más, Tengo mis raíces en esa Villa de Castilla, pero lo entiendo muy bien quien piensa de esa manera, y no quiere volver ni hecho ceniza, Barakaldo ha sido posada, hogar y tierra de acogida, sin sufrir calvarios en su caminar con dignidad, Debemos ser agradecidos con esa acogida de hace más de un siglo, y que duro hasta hace pocos años, Barakaldo es de tenerle presente en algunos momentos. Incluso hasta después de que algún familiar cercano se haya marchado de esta vida.
G X Cantalapiedra. 12- 10 – 2025.
Hace muchos años, cuando yo tenía muy pocos años en mi infancia, para andar camino de la Escuela de mi Villa, empecé día a día a escuchar que una familia trans otra se marchaban a Baracaldo, así se escribía en aquellos años, y las cartas venían muchas de allí, incluso los giros para poder subsistir algunas familias, cómo la mayoría de esas familias que tenían emigrantes por todo el mundo, Aunque Barakaldo fuera una meta para la mayoría de aquellas personas jovenes que allí fue su destino, Ya hubo personas que en el principio del siglo XX, se habían marchado a trabajar en las minas de Ortuella, Como todas las familias trabajadoras de mi Villa, teníamos ahí en Barakaldo familiares, Fueron tiempos difíciles, donde la economía no era nada fácil, y el único camino era marchar a Vascongadas, donde la mayoría dejo sus vidas y sus cenizas, Ahora recuerdo cuando algún joven comentaba que se marchaba, muchos de aquellos seres humanos no volvieron nunca más a su tierra de nacimiento, su memoria les decía que era un lugar para olvidar, y fue Barakaldo todo su mundo, donde algunos hicieron su forma de vida mucho más fácil, y sus descendientes no les llamaba la atención el visitar la tierra donde sus padres lo pasaron tan mal, Cada vez que he pisado Barakaldo, me he sentido un poco emigrante a ese lugar, viendo y conociendo a personas que no quisieron regresar nunca más, Tengo mis raíces en esa Villa de Castilla, pero lo entiendo muy bien quien piensa de esa manera, y no quiere volver ni hecho ceniza, Barakaldo ha sido posada, hogar y tierra de acogida, sin sufrir calvarios en su caminar con dignidad, Debemos ser agradecidos con esa acogida de hace más de un siglo, y que duro hasta hace pocos años, Barakaldo es de tenerle presente en algunos momentos. Incluso hasta después de que algún familiar cercano se haya marchado de esta vida.
G X Cantalapiedra. 12- 10 – 2025.