BARAKALDO: BARACALDO TUVO LUCES EN SUS HORNOS...

BARACALDO TUVO LUCES EN SUS HORNOS
Cuando los recuerdo brillan sobre las verdes laderas, subimos cuestas sencillas soñando con primaveras. Ayer pisé Baracaldo, y mi memoria pensaba que tuve suerte de hidalgo sobre esta tierra adorada. Baracaldo daba luces con hornos que siempre estaban, con su fuegos encendidos brillando en la madrugada. Cuantas palabras perdidas, cuantas memorias borradas, cuántas horas encendidas en bonitas alboradas. Soñar no cuesta dinero, y menos en Vascongadas, si naciste siendo obrero tendrás jornadas ganadas. Me hablaban de ciertos hornos que eran grandes por sus llamas, y supe que sus contornos la noche la iluminaban. Luces en sus chimeneas, entre personas censadas, hoy las sombras se sortean sin ver las horas pasadas. Baracaldo vive libre, sin pesadillas de nada, y si la suerte se escribe vives la vida encantada. Hay frases que van volando sobre el Lucero del Alba, y palabras que llorando dicen que no dicen nada. Baracaldo está despierta, y vive su madrugada, siempre ves gente que alerta tiene su casa cerrada. El mañana va llegando con sus dudas y su calma, y a veces vemos clamando los hornos que tienen alma. Dejar que la noche llegue, detrás vendrá la mañana, que el inmigrante despliegue buscando una vida sana. Los recuerdos siguen vivos, no precisan las almohadas, ni los gritos de festivos que sueñan con alboradas. G X Cantalapiedra. 16 – 9 – 2020.