EL 6º SENTIDO ANIMAL 1º
Los pasados y desafortunados hechos ocurridos en eL sur deL continente asiático han puesto de manifiesto, una vez más, la posible existencia de un sentido especial en Los animales llamado “ultra sentido” o “sexto sentido” que Les hace predecir con bastante anticipación catástrofes naturales. Su vinculo con La naturaleza es mucho más estrecho, antiguo y firme que eL del ser humano. Las investigaciones acerca de cómo se desarrolla este ultra sentido podrían ser muy fructíferas para nuestra preservación.
El 26 de diciembre del 2004, olas gigantescas conocidas como tsunamis, provocadas por un maremoto cuyo epicentro se situó a pocos kilómetros al norte de la isla de Sumatra, arrasó casi por completo las costas de Indonesia, India, Tailandia y Sri Lanka entre otros Lugares. Sólo una semana después de la catástrofe, las victimas rondaban alrededor de Los 250.000, la dantesca imagen de los cadáveres flotando y apiñados por todas partes dejaban sin palabras al mundo entero. Las epidemias amenazaban con producirse de inmediato. Sin embargo, desconcertaba el hecho que no se encontrara en ninguna arte un solo cadáver de los animales del lugar.
¿Cómo hicieron para escapar?
Su mayor capacidad sensorial los hace reaccionar antes. Pero, una cosa es la capacidad de percibir Los cambios y otra, la capacidad de reaccionar frente a esos cambios. Frente a una ola, las aves tienen la capacidad de volar y alejarse, pero hay animales terrestres que no siempre saben escapar y quedar a salvo. “Los que más sufren son los perros, gatos y animales domésticos en general. Ellos saben que tienen que escapar, pero no saben bien hacia dónde”, dice Sebastián Celis, médico veterinario especialista en animales exóticos del hospital SOS del Buin-Zoo. Además, los animales son muy sensibles ante cualquier cambio y se ponen mas irascibles.
Esto lo afirma, también, el destacado doctor Ricardo León, del Zoológico Metropolitano, el cual manifiesta que “los monos se ponen a gritar como condenados, saltan de un lado para otro y las aves empiezan a volar dentro del recinto. Después viene un movimiento telúrico. Esto, con una anticipación que puede ser incluso de tres a cuatro minutos”. Los expertos en animales señalan que los sentidos más desarrollados de estas criaturas -el oído y el olfato- los hacen más reactivos, que a los seres humanos, a los cambios del medio ambiente. Pero aún no se puede explicar con exactitud, cómo los animales pudieron predecir, sólo con sus 5 sentidos, y con más de 10 minutos de anterioridad, la llegada del tsunami. Lo que si es posible afirmar es que los animales confían en sus sentidos porque están acostumbrados a guiarse por el olfato y la audición para evitar el peligro. En cambio, el hombre debe utilizar su inteligencia para construir artefacto5 tecnológicos que “reemplacen” sus sentidos, menos desarrollados que en los animales, y que les adviertan de las posibles catástrofes que puedan suceder.
Historia del tsunami: relatos sobre animales
En Khaolak, la costa Andaman tailandesa, 50 millas al norte de Phuket, una docena de elefantes que hacían paseos para turistas, comenzaron a agitarse y a bramar, horas antes de que llegara el tsunami. Esto ocurrió casi a la misma hora en que el terremoto submarino tuvo lugar frente a las costas de Sumatra. Justo antes de que el tsunami golpeara, Los elefantes huyeron hacia tierras más altas —algunos de ellos escapando de sus grilletes- llevándose consigo a cuatro turistas japoneses muy sorprendidos, pero afortunados. Un oficial del Parque Nacional Khaolak, comentó que ellos no habían encontrado ningún animal muerto en el parque —todos los animales habían huido a las colinas y ninguno pereció a causa del tsunami, en o alrededor del lugar.
De forma similar, los oficiales de fauna del Parque Nacional Yala, en el sudeste de Sri Lanka, reportaron que, a pesar de que el tsunami había golpeado la costa que bordea al parque, sus poblaciones de animales —tigres, elefantes, búfalos y monos entre otros— habían escapado ilesos. En el refugio de Point Calimere, en la costa sur de la India, bandadas de flamingos que deberían haber estado reproduciéndose a esa altura del año, huyeron de sus habituales campos de crianza, hacia bosques más seguros en el interior.
Los pescadores del área malaya de Kuala Muda, afectada por el tsunami, han reportado un gran número de delfines nadando muy cerca de la costa —como a 200 metros- dos días antes del tsunami. Los mamíferos marinos estaban saltando en el aire y moviendo bruscamente sus colas, como si trataran de captar la atención de los pescadores. Curiosamente, esos mismos pescadores reportaron haber acarreado cerca de 20 veces su pesca habitual, durante los 3 días anteriores a la llegada del tsunami. Se presupone que los peces habían huido del epicentro del terremoto submarino, que luego pudo generar el tsunami.
Fugas increíbles a Lo Largo de La historia
El historiador griego Diodoro registró un éxodo de criaturas, solamente dos días antes del terremoto que destruyó la ciudad griega de Hélice, en el año 383 a. C. Los testigos reportaron una evacuación masiva de ratas, víboras, comadrejas, milpiés y lombrices de la ciudad.
Del mismo modo, en 1755, el filósofo alemán Emmanuel Kant observó, durante el gran terremoto de Lisboa, que ocho días antes de que el desastre golpeara a la ciudad portuguesa, una multitud de lombrices habían sido vistas cuando salían impulsadas de abajo de la tierra cerca de Cádiz
en el sur de España.
Durante la Segunda Guerra Mundial.
muchas familias en Gran Bretaña Alemania confiaban en el comportamiento de sus mascotas para alertarlos de las redadas aéreas que se aproximaban, incluso antes de que los avisos oficiales fueran dados. Estas advertencias ocurrían cuando los aviones enemigos estaban todavía a cientos de millas, mucho antes de que los animales pudieran haberlos oído aproximarse. Incluso algunos perros anticiparon en Londres la explosión de los cohetes alemanes V-2. Estos misiles eran supersónicos y por consiguiente no podían haber sido oídos con tanta anticipación.
El 25 de junio de 1966, Los residentes de Parkfield, California, fueron conmocionados por una invasión de serpientes de cascabel y se preguntaban por qué los reptiles habían huido de sus lomas secas y cubiertas de pastos. La respuesta llegó dos días más tarde, cuando el área fue golpeada por un terremoto. La noche anterior al terremoto de Sylmar el 9 de febrero de 1971, varias patrullas de policía independiente reportaron enormes cantidades de ratas correteando por las calles de San Fernando, California. La policía también recibió muchas quejas sobre perros ladrando y aullando incesantemente por varias horas, antes del temblor de Las 6:01 a. m.
Los pasados y desafortunados hechos ocurridos en eL sur deL continente asiático han puesto de manifiesto, una vez más, la posible existencia de un sentido especial en Los animales llamado “ultra sentido” o “sexto sentido” que Les hace predecir con bastante anticipación catástrofes naturales. Su vinculo con La naturaleza es mucho más estrecho, antiguo y firme que eL del ser humano. Las investigaciones acerca de cómo se desarrolla este ultra sentido podrían ser muy fructíferas para nuestra preservación.
El 26 de diciembre del 2004, olas gigantescas conocidas como tsunamis, provocadas por un maremoto cuyo epicentro se situó a pocos kilómetros al norte de la isla de Sumatra, arrasó casi por completo las costas de Indonesia, India, Tailandia y Sri Lanka entre otros Lugares. Sólo una semana después de la catástrofe, las victimas rondaban alrededor de Los 250.000, la dantesca imagen de los cadáveres flotando y apiñados por todas partes dejaban sin palabras al mundo entero. Las epidemias amenazaban con producirse de inmediato. Sin embargo, desconcertaba el hecho que no se encontrara en ninguna arte un solo cadáver de los animales del lugar.
¿Cómo hicieron para escapar?
Su mayor capacidad sensorial los hace reaccionar antes. Pero, una cosa es la capacidad de percibir Los cambios y otra, la capacidad de reaccionar frente a esos cambios. Frente a una ola, las aves tienen la capacidad de volar y alejarse, pero hay animales terrestres que no siempre saben escapar y quedar a salvo. “Los que más sufren son los perros, gatos y animales domésticos en general. Ellos saben que tienen que escapar, pero no saben bien hacia dónde”, dice Sebastián Celis, médico veterinario especialista en animales exóticos del hospital SOS del Buin-Zoo. Además, los animales son muy sensibles ante cualquier cambio y se ponen mas irascibles.
Esto lo afirma, también, el destacado doctor Ricardo León, del Zoológico Metropolitano, el cual manifiesta que “los monos se ponen a gritar como condenados, saltan de un lado para otro y las aves empiezan a volar dentro del recinto. Después viene un movimiento telúrico. Esto, con una anticipación que puede ser incluso de tres a cuatro minutos”. Los expertos en animales señalan que los sentidos más desarrollados de estas criaturas -el oído y el olfato- los hacen más reactivos, que a los seres humanos, a los cambios del medio ambiente. Pero aún no se puede explicar con exactitud, cómo los animales pudieron predecir, sólo con sus 5 sentidos, y con más de 10 minutos de anterioridad, la llegada del tsunami. Lo que si es posible afirmar es que los animales confían en sus sentidos porque están acostumbrados a guiarse por el olfato y la audición para evitar el peligro. En cambio, el hombre debe utilizar su inteligencia para construir artefacto5 tecnológicos que “reemplacen” sus sentidos, menos desarrollados que en los animales, y que les adviertan de las posibles catástrofes que puedan suceder.
Historia del tsunami: relatos sobre animales
En Khaolak, la costa Andaman tailandesa, 50 millas al norte de Phuket, una docena de elefantes que hacían paseos para turistas, comenzaron a agitarse y a bramar, horas antes de que llegara el tsunami. Esto ocurrió casi a la misma hora en que el terremoto submarino tuvo lugar frente a las costas de Sumatra. Justo antes de que el tsunami golpeara, Los elefantes huyeron hacia tierras más altas —algunos de ellos escapando de sus grilletes- llevándose consigo a cuatro turistas japoneses muy sorprendidos, pero afortunados. Un oficial del Parque Nacional Khaolak, comentó que ellos no habían encontrado ningún animal muerto en el parque —todos los animales habían huido a las colinas y ninguno pereció a causa del tsunami, en o alrededor del lugar.
De forma similar, los oficiales de fauna del Parque Nacional Yala, en el sudeste de Sri Lanka, reportaron que, a pesar de que el tsunami había golpeado la costa que bordea al parque, sus poblaciones de animales —tigres, elefantes, búfalos y monos entre otros— habían escapado ilesos. En el refugio de Point Calimere, en la costa sur de la India, bandadas de flamingos que deberían haber estado reproduciéndose a esa altura del año, huyeron de sus habituales campos de crianza, hacia bosques más seguros en el interior.
Los pescadores del área malaya de Kuala Muda, afectada por el tsunami, han reportado un gran número de delfines nadando muy cerca de la costa —como a 200 metros- dos días antes del tsunami. Los mamíferos marinos estaban saltando en el aire y moviendo bruscamente sus colas, como si trataran de captar la atención de los pescadores. Curiosamente, esos mismos pescadores reportaron haber acarreado cerca de 20 veces su pesca habitual, durante los 3 días anteriores a la llegada del tsunami. Se presupone que los peces habían huido del epicentro del terremoto submarino, que luego pudo generar el tsunami.
Fugas increíbles a Lo Largo de La historia
El historiador griego Diodoro registró un éxodo de criaturas, solamente dos días antes del terremoto que destruyó la ciudad griega de Hélice, en el año 383 a. C. Los testigos reportaron una evacuación masiva de ratas, víboras, comadrejas, milpiés y lombrices de la ciudad.
Del mismo modo, en 1755, el filósofo alemán Emmanuel Kant observó, durante el gran terremoto de Lisboa, que ocho días antes de que el desastre golpeara a la ciudad portuguesa, una multitud de lombrices habían sido vistas cuando salían impulsadas de abajo de la tierra cerca de Cádiz
en el sur de España.
Durante la Segunda Guerra Mundial.
muchas familias en Gran Bretaña Alemania confiaban en el comportamiento de sus mascotas para alertarlos de las redadas aéreas que se aproximaban, incluso antes de que los avisos oficiales fueran dados. Estas advertencias ocurrían cuando los aviones enemigos estaban todavía a cientos de millas, mucho antes de que los animales pudieran haberlos oído aproximarse. Incluso algunos perros anticiparon en Londres la explosión de los cohetes alemanes V-2. Estos misiles eran supersónicos y por consiguiente no podían haber sido oídos con tanta anticipación.
El 25 de junio de 1966, Los residentes de Parkfield, California, fueron conmocionados por una invasión de serpientes de cascabel y se preguntaban por qué los reptiles habían huido de sus lomas secas y cubiertas de pastos. La respuesta llegó dos días más tarde, cuando el área fue golpeada por un terremoto. La noche anterior al terremoto de Sylmar el 9 de febrero de 1971, varias patrullas de policía independiente reportaron enormes cantidades de ratas correteando por las calles de San Fernando, California. La policía también recibió muchas quejas sobre perros ladrando y aullando incesantemente por varias horas, antes del temblor de Las 6:01 a. m.