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PETILLA DE ARAGON: Crónica de Diario de Navarra de 2 de mayo de 2002 Autoridades...

Crónica de Diario de Navarra de 2 de mayo de 2002
Autoridades académicas y médicas ensalzaron la figura de Ramón y Cajal
La visita a la casa museo y la ofrenda floral, actos significativos de la fiesta

M. MEDINA. PETILLA DE ARAGóN
Petilla de Aragón honró ayer a su "hijo más ilustre" Santiago Ramón y Cajal en el 150 aniversario de su nacimiento. Autoridades civiles, académicas y religiosas, familiares, médicos y estudiosos del que fuera Nobel de Medicina se unieron a los vecinos del municipio navarro para recordar al investigador. Una figura que, conocida y reconocida universalmente, nació en Navarra, comunidad que, según su presidente, Miguel Sanz, se muestra orgullosa de ello y demuestra admiración ante lo que fue y lo que todavía hoy supone su legado, "no sólo científico sino también personal".

El Ayuntamiento de Petilla de Aragón, municipio de 58 habitantes de hecho, reunió ayer a más de 150 personas que participaron en el último homenaje a la figura más conocida del pueblo. Guiados por el médico de Petilla, Pedro Uhalte Sevilla, los asistentes visitaron la casa natal del científico, donde está instalada una exposición permanente sobre su vida familiar, infancia, aficiones, formación, logros y premios.

En la muestra pueden observarse, entre otros documentos, los cedidos por el médico Mariano Carlón Maqueda que a sus 93 años rememoró ayer el contacto, primero intelectual, después personal, que mantuvo con Ramón y Cajal a través de sus estudios e investigaciones y a través de sus clases en Madrid.

No fue el único que tuvo palabras para el investigador petillés, el profesor de la Universidad de Navarra Luis Montuega Badía recuperó del pasado la figura del Nobel, la misma a la que se acercan estudiosos "de todo el mundo" para servirse de sus datos y su legado científico, dijo. Ensalzó su perfil humano del que resaltó su "pasión por el conocimiento", entusiasmo que no le abandonó nunca y que le llevó a estudiar incluso pasados los 70 años cuando, a través de experimentos, observaba el comportamiento de los invertebrados, concretamente "el de las hormigas en el Retiro de Madrid".

Perfil de hombre y científico

El presidente del Ateneo Navarro, Emilio Echavarren Urtasun, y el presidente del colegio oficial de médicos de Navarra, Gabriel Delgado Bona, también contribuyeron a dibujar el perfil de Ramón y Cajal. Un aficionado a la pintura, la fotografía e incluso la literatura y que, desde pequeño, mostró interés por casi todo, y que ya de mayor, su trabajo le ha convertido en el científico "más citado en la investigación neurológica".

El presidente del Gobierno, Miguel Sanz, acompañado, entre otros, por los consejeros de Salud y Educación, Santiago Cervera y Jesús Laguna, animó a Petilla, sus responsables municipales y vecinos a mantener la memoria de "este sabio universal". Se comprometió, por otra parte, a poner todos los medios posibles para que Petilla perviva. Y es que, el alcalde del municipio, Paulino Rived Murillo, aprovechó la ocasión para recordar a los presentes que el municipio, con una población escasa y envejecida, está "abocada a extinguirse" si las instituciones forales no ponen los medios necesarios. La distancia de Sangüesa y su ubicación entre tierra aragonesa, convierten a Petilla de Aragón en "huérfana" a la hora de quedar integrada en una región o proyecto de zona.

Que Ramón y Cajal era navarro nadie lo dudó ayer en Petilla, donde un sobrino nieto del Nobel, Santiago Ramón y Cajal Junquera, resaltó los lazos afectivos que su familia mantiene con el municipio, el mismo del que el investigador salió con apenas dos años.

Para mayor confirmación, el párroco leyó el acta bautismal del Nobel Santiago Ramón y Cajal, nacido en el municipio a las 21 horas del 1 de mayo de 1852, fue bautizado en la iglesia de San Millán al día siguiente, 2 de mayo de 1852. Era hijo de Justo Ramón (cirujano) y Antonia Cajal. Lo curioso es que sus descendientes han tomado el apellido Ramón y Cajal como uno solo en lugar de dos.

Por otra parte, la participación vecinal tuvo su momento más emotivo cuando doce niños del municipio, aunque la mayoría no residen allí, realizaron una ofrenda floral ante la efigie de Santiago Ramón y Cajal, instalada en el interior de la iglesia de San Millán debido a que el mal tiempo no permitió celebrar los actos en la plaza, como estaba previsto.