En el centro del
retablo mayor se sitúa la imagen de Muskilda, una talla
gótica del siglo XV en madera dorada y policromada de 60 centímetros. Representa a una
Virgen risueña y alegre que se encuentra en posición sedente sobre un trono sin respaldo ni brazos, portando corona sobre la cabeza y con el Niño Jesús sentado sobre su rodilla izquierda. El niño tiene su brazo derecho levantado en actitud de bendecir y el izquierdo reposa en su rodilla con un libro en la mano. La Virgen sostiene una
flor en la mano derecha.