MIRANDA DE ARGA
Aún queda el paisaje
del Renacimiento español,
en sus ecos vienen a la memoria
nombres como Bartolomé
de las Casas, Juan Ginés de Sepúlveda,
Domingo de Soto, Melchor Cano
o Bartolomé de Carranza.
Algunos de ellos, discípulos
de Francisco de Vitoria.
Su recuerdo sigue a través
del tiempo como una
cadena de transmisión,
cuyos eslabones se fueron reforzando
más tarde en Virginia, luego en París etc.,
donde se la bautiza con el nombre
tan humano, como humanos
fueron sus progenitores
que formaron aquella Junta de Valladolid.
Buscaron la justicia para el ser humano,
pero ésta no siempre ecuánime
con quienes la defendieron.
Así pasó con el mirandés
que le tocó penar, sufriendo
la cadena de la cárcel
en el castillo de Sant´Angelo.
Y es que las cosas que tenemos,
alguien las ha creado.
Aún queda el paisaje
del Renacimiento español,
en sus ecos vienen a la memoria
nombres como Bartolomé
de las Casas, Juan Ginés de Sepúlveda,
Domingo de Soto, Melchor Cano
o Bartolomé de Carranza.
Algunos de ellos, discípulos
de Francisco de Vitoria.
Su recuerdo sigue a través
del tiempo como una
cadena de transmisión,
cuyos eslabones se fueron reforzando
más tarde en Virginia, luego en París etc.,
donde se la bautiza con el nombre
tan humano, como humanos
fueron sus progenitores
que formaron aquella Junta de Valladolid.
Buscaron la justicia para el ser humano,
pero ésta no siempre ecuánime
con quienes la defendieron.
Así pasó con el mirandés
que le tocó penar, sufriendo
la cadena de la cárcel
en el castillo de Sant´Angelo.
Y es que las cosas que tenemos,
alguien las ha creado.