Mi sueño imposible, al menos por ahora, es vivir en
Erratzu. He estado varias veces, unas de paso hacia Izpegi, a
comer en alguna de las ventas de allí arriba, otras a posta, solo para ver y disfrutar de Erratzu y su entorno (lástima, la última vez estaba la plazoleta ( donde estaba la antigua
posada y hasta la
iglesia) atestado de
coches. Pero yo me sigo quedando con la primera imagen que vi la primera vez que estuve alli y que me hace volver siempre que puedo. Un día gris precioso, con las nubes
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