En 1594 el sacerdote italiano Giovanni Battista Confalonieri la describe como “villa amurallada de las mejores de
Galicia, tiene un
puente de trece
arcos”. Dice que cuenta con 4.500
casas. También hace una reseña de su
puerto: “Vienen aquí
barcos hasta de
Sevilla con la marea; queda en seco gran estrecho sin la marea; el
agua sube mucho”.