La construcción del
puente estuvo condicionada por las mareas de la Ría de
Pontevedra con variaciones de nivel del
mar de más de 4 metros. Esta circunstancia forzó un proceso de construcción independiente del
agua y el puente tuvo que ser construido mediante un sistema de voladizos sucesivos. El 13 de mayo de 1995, la estructura fue sometida a una prueba de carga, con un total de 480.000 kg distribuidos en 16 camiones que causaron una deformación máxima de 19,3 cm del tablero inferior.