Altar Mayor del convento de Santa Clara, PONTEVEDRA

Como un pequeño pueblo, el convento cuenta con habitaciones, su propia cocina, su enfermería e incluso varias salas dedicadas a la enseñanza y el trabajo de las monjas. El claustro es el espacio central del complejo y el refectorio es el lugar en el que las clarisas se reúnen, toman decisiones y, en definitiva, llevan a cabo su vida social. La oración marca su día a día y el único contacto que tienen con el exterior ocurre a través de tornos y celosías que hoy hacen recordar que dentro de las paredes del convento había otra vida muy diferente.
(21 de Mayo de 2022)