La pujanza de la villa de Potevedra en el siglo XIII propició el establecimiento de tres
conventos medicantes, el de
San Francisco, el de
Santa Clara (rama femenina franciscana) y el de
Santo Domingo (dominico). Desde el punto de vista arquitectónico, los tres
edificios tiene mucho en común, obedeciendo al estilo del
gótico mendicante tan presente en tierras gallegas durante la Baja Edad Media.