Compramos energía a futuro



Por aquí subíamos a la huerta del cura, que está pegada a su casa, para comerle la fruta del huerto, que ahora esta muy abandonado, así como el Diestro.
No cuidamos el Cruceiro y cualquier día nos quedamos son una joya.
Al fondo : la sierra de san mamed.
Josefa y Benita trabajando en su huerta. Como podéis ver, nuestra tierra es generosa en frutos.
Yo recuerdo cuando se juntaban los hombres para segar el diestro del cura (gratis claro) competían entre ellos a ver quien segaba mas derecho o quien llevaba el corte mas ancho...a mi me han contado que en tiempos de de. Manuel, mi abuelo Juan que era su sobrino, lo segó en un día, desde que salió el sol hasta que se puso. Hoy día, quedo mirando el tamaño del prado, y me da la sensación que yo no lo segaría ni con una segadora mecánica. Encima tenían que parar para "crabuñar" (afilar) la guadaña...madera de superhombres. ... (ver texto completo)
Ahora está hciendo una temperatura ideal para estar en el pueblo, ni mucho frío ni mucho calor, acostumbrados a las ciudades, aquello nos parece el paraiso.quien trasladar el trabajo al pueblo.
Trabajando en la huerta.
A Capela de San Roque.
Pues eso tienes que prepararlo para incluirlo en la página, así como los datos históricos y anecdotas de las que te acuerdes. Vete haciendo un poco de memoria, para ver como la estructuramos.
JR.
Si señor, buena cosecha de patatas.
Entrando no pueblo.
A capela de s. Roque, e a fonte.
Iste e o Forno, donde antes se cocía o pan de todo o pueblo, según turno.
El Tío Emilio, trabajando la hierba en su prado de Lamela, estaba recien cortada y olía que daba gusto respirar, en otros tiempos, esta zona estaba llena de agua, los que sois un poco mayores, la recordaréis inundada casi todo el año, había que pasar siempre con botas altas de goma o en el burro. Hubo un tiempo que pusimos unos palos a modo de portería y esa era nuestra sede olìmpica. Siempre notamos en falta un campo de futbol, como tenía Nocelo, así que movíamos continuamente el campo, Lamela, ... (ver texto completo)
Nuestros campos con los animales pastando como antiguamente, y los “estraloques” tan abundantes en otros tiempos, aunque este año he visto muchos más que en otras épocas. Al atardecer, daba gusto pasear por el pueblo, ahora la gente se aficionó a caminar como consejo médico, y los caminos están llenos de paseantes, auque se hace difícil el mantener un ritmo, porque con cada uno que se encuentra se detiene uno a charlar.
JR.