¡Qué pasada! Abrir mi
ventana el día de
Navidad y ver el
manto blanco que todo lo cubría, cuando el día anterior lucía el sol y nadie se podía creer los pronósticos de
nevada... Preciosa la
foto, Adolfo, lástima del cubo de basura que no pega con el entorno. ¡Qué bien nos lo hemos pasado!